Fue el año 1991 que se estrenó en cines El silencio de los inocentes, película de terror y suspenso que pronto se transformó en un clásico. La trama se centraba en Clarice Starling (Jodie Foster), una joven detective del FBI, quien pide ayuda al asesino caníbal Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) con el fin de atrapar a otro criminal.

La historia se basó en la novela The Silence of the Lambs, del autor Thomas Harris, y encantó al público en su momento no solo por la originalidad de la propuesta, sino también por las excelentes actuaciones de sus protagonistas.

Incluso, la producción sumó 5 premios Oscar: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Actriz y Mejor Guion Adaptado.

Hannibal en prisión
Captura | El silencio de los inocentes

Han pasado 30 años desde ese exitoso estreno, y convocados por Variety en el programa Actors on ActorsAnthony Hopkins (83) y Jodie Foster (58) se reunieron de forma virtual para conversar sobre una de las películas más importantes de sus respectivas carreras actorales.

La presentación de Hannibal Lecter

El hombre detrás de uno de los más temibles ‘villanos’ del cine reconoció que, cuando vio que la película se llamaba El silencio de los corderos (según su título original), pensó que se trataba de una historia infantil. Nada más lejos de la verdad.

Por otro lado, reveló uno de los secretos detrás de la icónica escena donde Clarice Starling se encuentra por primera vez con Hannibal Lecter en la prisión. Antes de la filmación, el director le preguntó a Hopkins dónde quería que se ubicara Lecter cuando llegara la detective.

“Jonathan (Demme, el director) dijo ‘¿cómo quieres que te vean? ¿Quieres leer, pintar o recostarte en la cama?'”, recordó el actor, y agregó: “Dije ‘me gustaría estar parado aquí… así puedo verla venir por el pasillo'”.

Anthony Hopkins y Jodie Foster
Variety | Actors on Actors

De esta forma, el encargado de dirigir el filme permitió que Anthony Hopkins se parara en el medio de la celda.

El resultado de la grabación permanece hasta el día de hoy como una de las introducciones más memorables en la historia del séptimo arte.

“Cuando te convertiste en Hannibal Lecter, sentí un escalofrío en la habitación. Era como si estuviéramos muy asustados para hablar uno con el otro después de eso”, reconoció Foster.

Revisa la icónica escena a continuación: