Netflix estrenó la cuarta temporada de The Crown el pasado 15 de noviembre y desde entonces no han dejado de salir notas relacionadas a lo que en ella se habla.

Lo que más llama la atención en esta nueva entrega es la presencia de Diana de Gales, y la trama muestra todo lo que sufrió en su matrimonio con el príncipe Carlos.

A fines de noviembre el ministro de Cultura británico, Oliver Dowden, le solicitó a Netflix que deje claro que la serie The Crown es una ficción, para que los televidentes no se confundan y no entiendan que todo lo que allí se relata pasó en realidad.

Enfermedades mentales

No obstante, también reveló una información que no muchos sabían y que tiene relación con las enfermedades cognitivas de dos primas de la reina Isabel II.

En el séptimo capítulo, titulado Lo que se hereda, vemos los problemas de salud con los que empieza a lidiar la princesa Margarita (Helena Bonham Carter), hermana de la Reina, quien -tras la insistencia de sus sobrinos- decide dar su brazo a torcer y aceptar ayuda de una especialista.

En este camino descubre un doloroso secreto relacionado a familiares que ella creía muerta. Se trataba de Nerissa y Katherine Bowes-Lyon, hijas de John Herbert Bowes-Lyon (hermano de la reina madre), quienes estaban internadas en el Royal Earlswood Asylum for Mental Defectives (Asilo Real Earlswood para Deficientes Mentales) en Redhill, Surrey.

primas de reina isabel
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Cuando Margarita le exige información a la Reina madre, ella le dice que la decisión de internarlas y “esconderlas” se debió a que no querían que la reputación de la corona se manchara, pues ya había historial en la familia de problemas mentales.

En específico, Margarita descubre que cinco de sus primas (y de la reina Isabel II), dos de las cuales habían sido incluso declaradas muertas, fueron internadas en secreto en un hospital en 1941.

En ese entonces no había amplio conocimiento sobre la salud mental, por lo que había mucho estigma.

“Mi familia, los Bowes-Lyons, pasaron de ser aristócratas escoceses menores a tener un linaje directo con la Corona, lo que resultó en que las hijas de mi hermano, (Katherine y Nerissa), y sus primas hermanas (Idonea, Etheldreda y Rosemary) pagaran un precio terrible”, explica la reina madre en el capítulo.

Y añade: “Su idiotez y retraso diagnosticados profesionalmente haría que la gente cuestionara la integridad del linaje… ¿Te imaginas los titulares si se hiciera público? ¿Qué diría la gente?”.

Primas de la reina Isabel II, the crown
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Los antecedentes

Según informó Vanity Fair, Katherine y Nerissa Bowes-Lyon tenían 15 y 22 años respectivamente cuando fueron internadas.

Su familia informó sus decesos en 1963 a una editorial de libros sobre la aristocracia británica. No obstante, Narissa perdió la vida en 1986 y Katherine en 2014.

De acuerdo a la revista Maclean’s, las primas de la reina tenían una edad mental de alrededor de tres años y su madre, Fenella, las habría internado.

La mujer las habría visitado hasta 1966, año en que falleció, no obstante no hay registros de que familiares las hayan ido a ver.

De esta manera siguieron viviendo allí ante el desconocimiento de casi todo el mundo. De hecho, al funeral de Nerissa solo asistieron algunas enfermeras.

Un documental de Channel 4, titulado The Queen’s Hidden Cousins (Las primas ocultas de la Reina) mostró declaraciones del personal del centro que las cuidó, como las de Onelle Braithwaite, quien detalló cómo eran.

“Si la Reina o la Reina Madre salían en televisión, ellas hacían una reverencia, muy majestuosa, muy abajo. Evidentemente tenían alguna clase de recuerdos. Era muy triste ¡La vida que podrían haber tenido!”, lamentó.

Y añadió: “Eran dos hermanas encantadoras. No hablaban, pero señalaban y hacían sonidos, y cuando uno llegaba a conocerlas podía entender lo que trataban de decir. Hoy probablemente hubieran recibido terapia para comunicarse mejor. Entendían más de lo que parecía”, consignó Vanitatis.

primas de la reina Isabel II
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Un editor de Debrett’s dijo en 1987: “Me parece que su madre las había rechazado más o menos en su mente como si no fueran sus hijas. Tenía cinco hijas, y estas dos, lamentablemente, parecían nacer con trastornos mentales y eso, en su propia mente, las excluyó”.

Otros señalaron a la prensa que lo que hicieron con las primas de la reina Isabel II fue “una práctica bastante estándar en esos años. La gente ingresaba en hospitales de larga estancia para discapacitados mentales y, a todos los efectos, estaban muertos”.

Expertos en genética determinaron ese año que las cinco mujeres padecían un trastorno genético. Este no afectaba a la reina ni a sus herederos, consignó Vanity Fair.

Cuando salió a la luz esta terrible historia, el palacio de Buckingham prefirió no emitir comentarios.