Si bien las monarquías tienen estrictas reglas de protocolo que todos sus integrantes deben cumplir, con el paso de los años algunas se van flexibilizando aun en lo que respecta a miembros claves de la familia como Katle Middleton y sus hijos, herederos al trono.

Y es que en su calidad de madre, la duquesa de Cambridge ha tenido que ignorar ciertas reglas monárquicas y simplemente dar lo mejor de de sí por sus hijos George, Charlotte y Louis.

Cualquier mujer que es madre sabe el trabajo que dan a diario los hijos, y también lo importante que es pasar el tiempo disfrutando de pasatiempos juntos, por lo que agacharse a su altura para suplir alguna necesidad o ensuciarse con ellos en un juego no parece una experiencia tan extrema.

Claro que probablemente durante décadas sí lo fue para distintas realezas, ya que una de las reglas de protocolo, por ejemplo, es que un o una ‘royal’ nunca debe agacharse o ponerse de rodillas en el suelo, pues se toma como una “pérdida de la compostura”, indicó el medio británico Express.co.uk.

Evidentemente, la duquesa ha ignorado por años esa norma y a menudo se inclina para conversar con sus hijos para fomentar una mejor comunicación, incluso en ocasiones formales, pues es normal que puedan sentirse cansados o abrumados.

Otra norma que se salta es que pese a que tienen servicio doméstico en su casa, Middleton prescindió de niñeras para cuidar y educar a sus hijos, por lo que lo hace ella misma como muchas otras madres.

Ella los ayuda con sus deberes escolares, los lleva a la escuela, va a reuniones de apoderados y también juega con ellos en sus tiempos libres.

Si bien los miembros de la familia real deben realizar varias actividades aun cuando no quieran, en el caso de los hijos de Kate y el príncipe William no sería tan así, pues ella no los obliga a nada. Algo impensado, por ejemplo, en los tiempos en que William y Harry eran niños.

De este modo y debido a su corta edad, la duquesa ha indicado que ninguno de los tres tiene por qué verse obligado a estar donde no quieren o actuar como si nada les molestara. Ella se encarga de que cuiden sus modales pero siempre velando por su comodidad.

La ropa, aunque siempre esté impecable, muchas veces opta por cómodas tenidas porque como toda madre de hijos pequeños, no puede pretender estar “de etiqueta” en todo momento. Por eso cuando se viste casual, no teme ensuciarse ni correr detrás de sus hijos.

Una de las últimas reglas que “quebró” y de manera pública, fue para el Chelsea Flower Show del 2019, un espectáculo de jardín que se lleva a cabo durante cinco días en mayo, a la que no permiten el ingreso de niños pequeños, sin embargo, ella consiguó un permiso especial para que sus hijos lo conocieran antes que se abriera al público, pues no quería que se perdieran lo bello del evento.