El pasado 25 de marzo la Casa Real Británica informó que el príncipe Carlos, de 71 años, había dado positivo en examen de coronavirus COVID-19.

Actualmente, el heredero a la corona se encuentra en cuarentena junto a su esposa, Camilla Parker, en su residencia de Escocia. Mientras la reina Isabel también se encuentra aislada en su casa de campo.

En este contexto, la familia se ha mantenido unida gracias al contacto telefónico y de videollamadas, y uno de los que está más preocupado es el príncipe Harry.

El hijo menor de Carlos, sigue en cuarentena voluntaria junto a su esposa Meghan Markle y su hijo Archie, en su mansión frente al mar en Vancouver, Canadá, por lo que la distancia lo ha puesto nervioso.

Según indicó una fuente al diario británico Daily Mail, “Meghan aseguró que Harry ha estado en contacto con su padre” y que “obviamente está frustrado” por la distancia.

No obstante, la duquesa de Sussex no estaría en lo absoluto de acuerdo con que Harry rompa su cuarentena para viajar al Reino Unido. “Bajo ninguna circunstancia, está de acuerdo con que él viaje a cualquier parte en este momento”, señala el medio según la fuente citada.

Las medidas de seguridad se habrían extremado también en la casa de Harry y Meghan, y su personal está obligado a usar guantes de látex y a seguir otros cuidados de higiene.

De acuerdo a la fuente, Markle habría contado a sus amigos que Harry se sentía “indefenso” y “preocupado” tanto por la salud de su padre como de su abuela.

Asismismo, el hijo menor de Diana de Gales también estaría en contacto constante con su hermano, el príncipe William. Por lo que al parecer la pandemia acercó a los hermanos, quienes habían manifestado públicamente su distanciamiento el año pasado. Una situación que se vio más complicada aun con el anuncio de Harry y Meghan sobre su salida de la realeza británica, la que estaba prevista para este 31 de marzo de manera oficial.