La tarde de este domingo se llevó a cabo la 62ª entrega de los Grammy, premios que destacan lo mejor de la industria musical.

Uno de los números más esperados de la noche era el de Demi Lovato. Lo anterior, debido a que este era su regreso oficial a los escenarios luego de su polémico incidente en 2018.

En julio de dicho año, la autora de Sorry not Sorry estuvo a punto de perder la vida por una sobredosis, motivo por el que fue internada en un centro de rehabilitación.

De esta forma, su presentación en los Grammy causó gran expectación y prometía ser uno de los números más emotivos de la noche. Y así fue.

Vestida de blanco y acompañada de un pianista, Lovato interpretó Anyone, una sentida canción que habla de los difíciles momentos que vivió en 2018.

En este contexto, esta emotividad la sintió el público y en un mayor nivel la artista, pues cuando cantó el primer verso se quebró y no pudo continuar. Tras esto, recibió el aplauso del público y rápidamente retomó la canción desde el principio.

Por último, algunos pasajes de Anyone dejan entrever un periodo de mucha soledad en la vida de Demi. “Nadie está escuchando”; “Por favor, envíenme a alguien. Dios ¿Hay alguien?”; y “Hablé con mi imaginación confinada en el alcohol”, son solo algunos de ellos.