No todo ha sido color de rosa en la historia de amor de la reina Isabel y el príncipe Felipe. Si bien llevan años de matrimonio, lo cierto es que en un principio las cosas fueron complicadas para la joven pareja.

Todo comenzó en 1934 en una celebración familiar. En ese entonces la princesa Isabel tenía ocho años, mientras que Felipe 13. Ambos frecuentaban reuniones en el mismo círculo, ya que son primos en tercer grado.

Según información recogida por Biobiohile.cl, el primer acercamiento ocurrió en 1939, cuando la princesa fue llevaba por su padre a la academia naval británica en Dartmout. En el lugar, el encargado de mostrarle las instalaciones fue Felipe, quedando flechada inmediatamente del recluta de 18 años.

De hecho, fue la institutriz de la princesa, Marion Crawford, quien sostuvo al diario Mirror que la pequeña quedó encantada con los ojos azules y la personalidad de Felipe. “Ella nunca le quitó los ojos de encima”, precisó.

Desde aquel momento comenzó una amistad por carta, pero debido a la Segunda Guerra Mundial, tuvieron que separarse por muchos años, hasta el regreso de Felipe, en 1946, fecha en la que confirmaron su romance.

En palabras del biógrafo Philip Dampien, “ella estaba absolutamente decidida a que él era el hombre con el que iba a casarse, a pesar de la oposición de algunos miembros de la corte que pensaban que Felipe no era el adecuado”.

La noticia no fue del agrado de muchos, incluso del rey Jorge VI, padre de Isabel, quien mostró serias dudas por la decisión de su hija, debido a que Felipe era un príncipe extranjero y, además, sus hermanas contrajeron matrimonio con simpatizantes nazis.

De hecho, fue el secretario privado de Jorge VI, sir Edward Ford, quien aseguró que “algunos estaban muy preocupados. La línea era ligeramente tenue en ese punto. Por lo tanto era natural que las generaciones mayores -amigos del Rey como Lord Salisbury-, estuvieran preocupados de que la persona con la que estuviese la futura reina fuera el adecuado. Así que estaban husmeando alrededor para ver cómo era él”.

Las condiciones reales para el matrimonio

Si bien el matrimonio fue finalmente aceptado por la familia de Isabel, casándose en julio de 1947, lo cierto es que hubo algunas condiciones que debía cumplir Felipe para poder dar el sí ante su amada, las que fueron impuestas por el padre de la novia.

Una de ellas fue mantener el matrimonio en secreto por ocho meses, hasta que Isabel cumpliera los 21 años. Y eso no fue todo, ya que tuvo que renunciar a sus títulos y ser un ciudadano británico más.

Las restricciones para el príncipe Felipe no quedarían ahí, ya que hubo otro desencuentro con la familia real: los hijos que tuvieran tendrían el apellido de la Reina, algo que repercutió fuerte en su esposo.

El tema del apellido fue algo que estuvo presente durante años en la familia real, por lo que la reina Isabel adoptó el compromiso de que todos los descendientes que no fueran príncipes o princesas podrían adoptar el apellido Mountbatten-Windsor, zanjando así este conflicto con su marido.


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Wishing a very Happy 98th Birthday to His Royal Highness The Duke of Edinburgh! 📷PA @TheRoyalFamily #HappyBirthdayHRH

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