En estos días debería nacer, si es que ya no ocurrió, el primer hijo del príncipe Harry y Meghan Markle, quien se retiró de sus actividades públicas a mediados de marzo para enfocarse en esta nueva etapa que se avecina.
En las últimas horas también se celebró un nuevo cumpleaños de la reina Isabel II, a cuya celebración no asistió la duquesa de Sussex, por lo que se presume que podría estar ad-portas de ar a luz.
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Y en medio de este escenario, se ha difundido en varios medios de comunicación un antigua revelación que hizo la fallecida princesa Diana de Gales, y que quedó registrado en el libro de Andrew Morton, Diana: her true story.
En esas páginas se consigna que cuando Carlos y Diana esperaban a su primer hijo, el príncipe tenía escogidos dos nombres distintos a los que conocemos hoy tanto para William como para Harry, que nació dos años después que su hermano. Eso hasta que Diana decidió prohibirlos.
De hecho, ella participó de la decisión solo después de desechar las opciones que tenía su esposo. “Quería a Albert y Arthur, y yo dije que no. ¡Demasiado viejo!”, aseguró Lady Di, agregando que “elegí William y Harry, pero Carlos hizo el resto”.
De esta forma, los nombres quedaron como William Arthur Philip Louis, para el mayor; y Henry Charles Albert David, para Harry.
En estos días también se reflotaron las declaraciones de la fallecida princesa, cuando se refirió a la presión que sentía cuando estaba embarazada de William, tanto por la prensa como por su esposo, pues aseguró que tuvo que inducir el nacimiento y y programarlo para una fecha en que Carlos no jugara polo.
“Cuando tuvimos a William, tuvimos que encontrar una fecha en el diario que se adaptara a Carlos y su polo. William tuvo que ser inducido porque ya no podía manejar la presión de la prensa, se estaba volviendo insoportable. Era como si todos estuvieran vigilando tus días“, comentó (VER NOTA).
