Don Manuel Carvajal tiene 66 años, reside en Quilpué y actualmente vive una pesadilla ya que en el Registro Civil aparece como fallecido, por lo cual no puede cobrar su pensión.

Resulta que él regresó a Chile en noviembre, ya que a finales de la década de los 70 se fue a vivir a Venezuela, donde pasó sus últimos 39 años.

“Estuve 39 años en Venezuela. Regresé a Chile en noviembre pasado. Al volver me junté con la esposa que tenía antes de partir. Ella me dijo que fuera a Chileatiende a averiguar el tema de la pensión. Fui entre un lunes y un martes a preguntar y ahí me dijeron que yo figuraba como fallecido”, indicó a Publimetro.

Todo fue bastante extraño para don Manuel, quien incluso aseguró que no tuvo problemas para entrar a Chile con su cédula de identidad chilena.

Según el afectado, todo habría ocurrido cuando dejó de comunicarse con su esposa: “Yo a mi esposa la quise llevar pero ella no quiso. Yo siempre hablaba con ella. Desde allá yo le mandaba ‘cobre’, pero un día llegó el momento en que me dijo que ‘no necesito que me mandes más’ y así fue”.

En ese sentido, el diputado Andrés Longton, quien le está prestando ayuda ya que él es uno de los representantes del distrito de Quilpué, explicó que “el caso de don Manuel es insólito pero es así como funciona en nuestro país la ‘muerte presunta’. Esto ocurre cuando han transcurrido cinco años sin que se tengan noticias de él, se declara esta muerte”.

Agregó además que “con esto se otorgan sus bienes a sus herederos y se sospecha que esta era la finalidad que tenía su cónyuge para quedarse con una propiedad que, al parecer, tenía inscrita”.

Además de ese problema, no puede acceder a un trabajo estable al estar incapacitado para firmar un contrato y tampoco puede abrir una cuenta en un banco.

“Él no puede hacer ningún trámite: es como un fantasma en vida. No puede acceder a ningún beneficio porque no figura en el sistema. Eso encarece sus posibilidades de vivir tranquilo”, agregó Longton.

Si alguien quisiera prestarle una mano a don Manuel, debe comunicarse con su sobrina Alejandra Martínez al correo alejmartinezc.amc@gmail.com.

“Yo aparezco como muerto. No me han dicho nada, estamos en espera. Vamos a ver qué es lo que ocurre. Estoy haciendo puros pololitos, en carpintería y herrería. Algo de albañilería, cualquiera cosa que me salga”, finalizó.