Marisol Gómez, una joven madre primeriza compartió en su cuenta de Facebook el mal momento que sufrió luego de tener a su primer hijo en su casa.

De acuerdo a la mujer, el 27 de diciembre pasado comenzó con contracciones cerca de las 2 de la madrugada. Como es algo normal, esperó a que fueran cada cinco minutos para recién dirigirse al hospital.

“Me hicieron tacto y no tenía nada de dilatación, me pasaron a monitoreo y tenía 2 contracciones cada 10 minutos, me dijo que lo ideal era que tuviera 3-5 contracciones en 10 minutos, me devolvieron a mi casa y me dieron el alta”, relató.

Pero las cosas empeoraron durante la tarde, ya que las contracciones aumentaron en cantidad e intensidad, según la joven: “Cuando ya eran tipo 3 de la mañana del día 28 de diciembre, las contracciones ya eran insoportables, volvimos a ir al hospital San José de Independencia, me hicieron tacto y monitoreo, ya había votado tapón y solamente tenía 1 de dilatación y 85% del cuello borrado.

Me dijeron que mi bebé no iba nacer ese día, me fui a mi casa y yo no aguantaba los dolores, sentía que me iba morir, eran demasiado insoportables. A las 6 de la mañana volví a ir al hospital porque ya de verdad el dolor era demasiado fuerte“, señaló.

Marisol explicó que el dolor era tan fuerte que no lo soportaba, perdía en ocasiones la noción de lo que sucedía y no aguantaba la orina. Su madre decidió llevarla nuevamente al hospital, a la urgencia de maternidad, pero que una matrona le habría dicho que era un “show” y que se trataba de una “pataleta” e incluso, que no tenía tolerancia al dolor y que era una “exagerada”.

Finalmente, tras recibir un muy mal trato en el lugar, se fueron a la casa. “Como las 8:30 de la mañana comencé trabajo de parto sin saber, porque yo era primeriza, no entendía qué me pasaba, tenía unos dolores tan fuertes, mi cuerpo pujaba por inercia, pensé que se me iba a salir el ano, sufrí demasiado. De repente sentí la cabeza del bebé en mi vagina, le dije a mi pareja y obviamente con los dolores me sentía súper débil, me senté en el sillón y pujé.

A las 9:00 – 9:10 aproximadamente, nació mi hijo, mi pololo lo recibió, nació con la cabecita demasiado extendida hacia arriba porque nadie me ayudó, fue un parto que hice yo sola con el papá de mi bebé, luego llegaron mis vecinas a ayudarme y todo pero yo estaba para la embarrada”, indicó.

Marisol contó en el matinal Muy Buenos Días las dificultades que tuvo en ese momento: “Fue fuerte porque yo no lo escuché llorar cuando nació, estaba como inerte, no reaccionaba, no es como cuando vez un parto en Youtube, él no era así. Tenía la boca muy hinchada, los ojos muy hinchados. Lloraba muy despacito”, declaró.

“Estuvo mucho tiempo en el cuello del útero y por eso nació con su cabecita demasiado extendida y como estuvo demasiado tiempo ahí y yo no tuve ayuda profesional, o sea, pujaba porque el cuerpo me lo pedía, no porque supiera si estaba bien o no hacerlo”, explicó, añadiendo que “hay que esperar con el tiempo para hacerle evaluaciones y que no vaya a tener problemas neurológicos”, explicó la joven.

Otro de los problemas que tiene, es que el pequeño no posee RUT, ya que al no nacer en el hospital, debe acreditar con dos testigos que es su hijo, trámite que demora 60 días.

En el programa además leyeron un comunicado emitido desde el hospital:

“En relación a los hechos se evidenció que la paciente consulta en el servicio de urgencia en dos ocasiones, presentando síntomas prodrómicos de trabajo de parto, sin indicación de hospitalización. En su tercera consulta mantiene la misma sintomatología que indicaba que se encontraba en trabajo de parto inicial. Lamentablemente en esta ocasión, se generó un desacuerdo entre la paciente y la matrona que realizaba la atención, lo que provocó que la paciente se retirara de manera voluntaria a su domicilio (..). Somos enfáticos en indicar que toda denuncia de maltrato debe ser investigada de manera de respetar los derechos de los pacientes y también la integridad de nuestros funcionarios. En caso de comprobarse los hechos, se determinará una sanción administrativa. Bajo la gran demanda existencial que existe, los protocolos de maternidad terciaria, del sistema de salud público, no permiten hospitalizar pacientes en trabajo de parto fisiológico inicial, sino cuando se encuentran en trabajo de parto activo”

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