El caso de César Soto, un joven estudiante de la Universidad de Concepción, ha llamado la atención de todos. Y es que luego de que este alumno de Pedadogía en Inglés comprara un completo afuera de su casa de estudios, recibió una inesperada sanción por hacerlo.

Todo ocurrió el pasado martes, cuando una compañera le ofreció comer un completo luego del término de una clase. Tras ir a un clásico carro de comida, ambos fueron abordados por un inspector municipal, quien le entregó una citación a él por haber comprado en este lugar.

“Se acercó diciendo que tengo que entregarles mis datos porque estoy citado a declarar al tribunal por haber comprado alimentos en un establecimiento no avisado”, explicó César, en conversación con el portal T13 , donde además agregó que compraba completos en este carrito por alrededor de tres años.

Lo más llamativo de esto, es que su amiga no recibió ningún tipo de notificación: “A mi compañera le dice que ella se salvó por haberse comido el completo antes”, contestó Soto, explicando que además otro compañero también sufrió con la citación, que ha llamado la atención de las redes sociales.

El inspector municipal les habría explicado que ya se había hablado con los dueños del carrito de completos, ya que éste no es un lugar establecido formalmente: “Es muy arbitrario el tema de la fiscalización a la gente que compra los completos en este caso. Ese mismo carro ha estado por más de dos años ahí”, concluyó.

Cabe mencionar que la citación al juzgado de policía local de Concepción es para el próximo martes 16 de octubre, donde según indica la ordenanza municipal, se arriesga una multa de hasta $ 277 mil por la infracción.