Sigue la polémica y los 33 mineros que quedaron atrapados en 2010 respondieron a los argumentos esgrimidos por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) al apelar a la resolución de la Justicia chilena de ordenar al Estado a pagar una millonaria indemnización total de casi $2.500 millones a los afectados.

En específico, el CDE defendió que los afectados ya reciben una pensión cercana a los $400 mil: monto superior a lo que gana el 50% de los trabajadores en el país.

Pero no sólo eso. “Los 33” han recibido numerosos aportes de privados, varios beneficios, viajes internacionales e incluso han podido asistir a reuniones y actividades exclusivas; todo a partir del conocido accidente.

“Súper” Mario Sepúlveda fue uno de los mineros que salió al paso de las declaraciones del CDE, asegurando en conversación con Radio Bío Bío que “según ellos somos millonarios”, y defendiendo que lo que buscan es “justicia, porque la plata es algo que va y viene y mientras uno tiene vida y salud debe trabajar por ella”.

“Ellos creen que uno anda detrás de la plata, pero no perrito, yo me levanto a las 6:00 y me acuesto a las 2:00 trabajando”, sostuvo.

“Señores, yo se lo digo de una vez por todas, ni con todo lo que nos paguen se nos va a pagar el daño que se nos hizo”, sostuvo, y clarificó que “no estamos demandando al estado sino a una entidad del estado, que es el Sernageomin, que no hizo las fiscalizaciones necesarias”.

“Hoy día, a ocho años, hay un alto porcentaje de nosotros que todavía estamos en tratamiento, que todavía estamos tomando medicamentos, y va a ser por toda la vida”.

A nivel personal, explicó que “si fuera yo solo no tendría problema, pero yo acarreé conmigo a mi familia. Mi hijo, mi esposa y mi hija duermen dopados y eso lo provocó el accidente”.

Asimismo, asegura que su situación laboral también se complicó, y que con otros de los afectados “tenemos que seguir trabajando en lo que sea porque a muchos de nosotros las grandes empresas no nos reciben, especialmente a mí porque soy conflictivo o sindicalista”.

Se mostró agradecido, sin embargo, con los esfuerzos del gobierno de ese entonces: “Me va a faltar vida para agradecer lo que se hizo a toda la gente que trabajó en el rescate, incluyendo al presidente Sebastián Piñera que apostó a sacarnos. Pero ¿dónde queda la justicia? hasta el día de hoy sigue habiendo accidentes, ¿y quién paga eso?”.

Sin embargo, pese a todo, si se resolviera que el CDE no debe pagarles, “con la mano en el corazón le prometo que me lo tomaría muy bien. Que no me paguen ningún pesito, pero gasten esa platita en mejorarle le pensión a los profesores, o en algo que sea justo para todos”.