Al parecer, las rutinas de Yerko Puchento en Vértigo siguen causando estragos. Así lo demostró la querella que el hijo de la expresidenta Michelle Bachelet y protagonista del Caso Caval, Sebastián Dávalos, presentó en contra Canal 13, por presuntas injurias del humorista, por lo que exige una indemnización de $3.360 millones.

En detalle, pide $360 millones “debido a las suspensiones de trabajo profesional que fueron anulados producto del actuar doloso del demandado”, $1.000 millones por lucro cesante “por no contar con las sumas de dinero que, de acuerdo al mercado y de nuestros últimos balances financieros (2011, 2012 y 2013) me habrían correspondido por mi actividad como funcionario público y como profesional”, y $2.000 millones por daño moral, constató La Tercera.

En la demanda, presentada el viernes 27 de julio ante el 12º Juzgado Civil de Santiago, acusó “persecución” por parte del canal, apuntando a las rutinas de Daniel Alcaíno en el programa Vértigo.

Acusó que Alcaíno “se ha solazado injuriándome a lo largo de tres años, burlándose de mi situación judicial, de mi familia, de mi trabajo, incluso de mi apariencia física o mi modo de vestir”.

“Expresiones como ‘el hijo del año’ o ‘el epidemia con aros’, ladrón, y otras de peor clase han sido proferidas por este sujeto en forma sistemática, sin que jamás se le haya hecho por parte de sus superiores jerárquicos una reprensión” agregó, lamentando que “hacer frente a una investigación judicial, a toda luz malintencionada y carente de fundamento, no ha sido suficiente”.

Afirmó que también ha debido enfrentar la “desinformación y los comentarios malintencionados” que le han perjudicado tanto a él como a su familia y a la expresidenta Bachelet quien, “por ostentar durante estos años el cargo de Presidente de La República se ha visto directamente afectada por las noticias que prácticamente a diario se emitían supuestamente por los ilícitos que yo habría cometido”.

“Las injurias se han reiterado en el tiempo; han sido avaladas e incentivadas por la institucionalidad del Canal 13; han obviado groseramente el hecho que mi situación judicial haya terminado a mi favor; se ha denostado a mi familia y mi trabajo por un lapso de tres años o más”, sostuvo.

Asimismo, dijo dudar que otra persona de connotación pública “se haya visto expuesta al escarnio y a la mofa de un canal de televisión con la persistencia y contumacia con que yo personalmente lo he sido. Sólo puedo calificar la actividad del demandado como una persecución completamente infundada en mi contra”.

Argumentó que cuando las expresiones de Alcaíno “son avaladas semana a semana por los conductores del programa, cuando la rutina se reitera semana tras semana con la aquiescencia de los productores del programa y cuando las rutinas de este sujeto son retransmitidas al día siguiente de su emisión en los programas matinales (específicamente programa Bienvenidos) dando una nueva oportunidad para que las injurias sean repetidas, y cuando dichas rutinas son repetidas en otras ocasiones, como por ejemplo en los días feriados de elecciones, sólo puedo entender que el demandando Canal 13 ampara, avala, justifica y propicia la emisión de tales injurias”.

“El daño moral que esta verdadera persecución en mi contra me ha causado es inconmensurable, por lo que esta demanda es plenamente procedente a fin de acreditarlos y que su señoría los determine en el presente juicio”.