Fue hace casi dos meses que Álvaro Henríquez pasó por un crítico momento, luego de que debiera ser trasplantado de hígado de urgencia. Tras estar dos semanas hospitalizado y otras más en recuperación, el músico chileno dio su primera entrevista para hablar de cómo está hoy.

En conversación con Julio César Rodríguez en Podría ser Peor, de Radio Bio Bio, el líder de Los Tres aseguró estar “muy agradecido con lo que me ha ocurrido. Vamos bien, hasta el momento vamos bien (…) todos los días se va cumpliendo una meta. Un tema importante para mí es la donación de órganos, un tema que es un poco tabú en Chile”.

Según lo consignado por BioBioChile, Henríquez sólo tuvo elogios para el médico que lo trató durante la operación y las dos semanas que estuvo hospitalizado.

“Lo mío fue bastante rápido, me siento afortunado también. Fue casi maratónico, de una. Yo siento que estoy procesando lo que ocurrió, afortunadamente. Los médicos fueron gente muy eficiente, muy buena, con buena psicología. Son un grupo específico, fue como ir a Abbey Road (el estudio de The Beatles) donde están todos los capos”, comentó el cantante.

En este contexto, Álvaro también aprovechó de referirse a quienes lo criticaron durante el trasplante: “No hay rencor. Yo creo que cuando uno está haciendo las cosas, hace lo mejor que puede no más. Yo ahora estoy concentrado en mi recuperación, no tengo rencores, no tengo tiempo para eso, no da”.

Lo más increíble de todo su relato, es que el músico chileno aseguró que está recuperándose para liderar nuevamente La Yein Fonda en las próximas Fiestas Patrias. “Espero llegar. Para eso estoy trabajando a diario con kinesiología y todo eso. Esto es igual que el chiste que yo no me sé muy bien: ‘en mi casa se hace el amor esté o no esté yo’. Esté o no esté yo igual la fonda se hace”, comentó entre risas.

Para concluir, Álvaro Henríquez entregó palabras de agradecimiento a todas las personas que le enviaron mensajes de apoyo, sobre todo a sus excompañeros de Los Tres que lo fueron a ver, Ángel Parra y Francisco Molina.

“La gente fue súper preocupada. Hay gente que me tiene mucho cariño, su respuesta fue increíble realmente. Uno pasa días en la clínica o en la casa, o en cama, y ponerse a pensar en eso es muy bonito. Que (el cariño) esté vivo, latente, ahí (…) entonces si no me morí yo, menos se va a morir mi gusto por las cuecas. Para mí hacer La Yein Fonda es casi una misión en la vida”, concluyó el cantante.