Andrea Aguilera lleva 8 meses postrada en una silla de ruedas, no por una enfermedad, ni por un accidente, sino más bien por el violento actuar de seis delincuentes que entraron a robar a su casa del pasaje Curacautín en Puente Alto.

Los ladrones usaban vestimentas y placas similares a las de los funcionarios de la PDI, e ingresaron al domicilio fingiendo un procedimiento. No obstante, el esposo de Andrea dudó de sus identidades.

En ese momento, uno de los sujetos amenazó con una escopeta al hombre. Al ver que su marido corría peligro, Andrea intentó pedir ayuda y huir por el balcón de la casa, sin imaginarse las consecuencias que esto le traería.

“El gallo subió al segundo piso y me dijo ‘¿para dónde vas tú?’ Desde ahí lo único que me acuerdo es que me soltó las manos y de ahí cambió mi vida”, señaló Aguilera ante la cámara del matinal Bienvenidos.

Captura Canal 13
Captura Canal 13

La mujer debió cambiarse de casa y actualmente se encuentra sin trabajo por su condición. “Me siento inútil, me siento mal, lloro y lloro y me dan ganas a veces de tomar unas tijeras y romper mis piernas”, agregó al noticiero de Chilevisión.

En cuanto a la justicia, el esposo de Andrea reveló que la policía nunca llevó a cabo los peritajes correspondientes para lograr identificar a los integrantes de esta banda criminal. El único antecedente que existe del caso, es la denuncia que hicieron a Carabineros.