Los abogados de la familia de Carolina Carreño, crupier que murió baleada a manos de un apostador en el casino Sun Monticello, presentaron una millonaria demanda por una cifra cercana a los $4.700 millones en contra de la entidad dueña del lugar, San Francisco Investment S.A.

La acción judicial la patrocinan cuatro profesionales, quienes explicaron a El Mercurio que “el accidente fue causado por la negligencia y falta de deber de seguridad y de cuidado por parte de la demandada, la que, como empleadora, incumplió lo dispuesto en el artículo 184 del Código del Trabajo, y en el contenido ético-jurídico del contrato de trabajo habido entre ambos, en lo que dice relación con el deber de cuidado y protección de la vida y salud de la trabajadora”.

Asimismo, la parte demandante mencionó dos hechos de violencia previos al ocurrido la tarde del 2 de julio, por lo que argumentaron que “la empresa, de manera irresponsable, simplemente no adoptó ninguna medida de seguridad, ni menos capacitó de forma alguna al personal para enfrentar a este tipo de situaciones”.

En concreto, los juristas exigieron 4.668.973.896 de pesos, cifra que busca compensar al lucro cesante, dinero que habría percibido al continuar trabajando, y el daño moral. Este último, hacia las dos hijas de la víctima y su pareja, por quienes piden $1.500 millones para cada uno.

Rodrigo Martínez, gerente de Finanzas de Sun Monticello, indicó que no indemnizarán al padre de las niñas, puesto que no hay vínculo legal.

Asimismo, aseguró que “fue un hecho inédito en la industria de juegos en Chile”. Junto con ello, explicó que recién después de esa tragedia se dictó el decreto que obliga a los casinos a tener instrumentos para detectar armas.

Con respecto al proceso judicial, el viernes se realizó la primera audiencia por el juicio laboral en Rancagua. En tanto, Martínez rechazó la demanda.