Este domingo quedó al descubierto la carta que el oficial en retiro de la Fuerza Aérea, Carlos Alberto Rey Cortés, escribió horas antes de suicidarse luego que la justicia solicitara su detención por un crimen cometido durante la dictadura.

En el texto, que fue encontrado por su familia entre los archivos de su notebook, el difunto defendió su postura como defensor de sus compañeros que eran acusados por actos que, durante la dictadura de Augusto Pinochet, eran condenados por la junta, situación que, recordó, le valió ser tildado de comunista en una ocasión.

Mi actitud no fue bien vista por algunos oficiales, llegando un capitán a tratarme de comunista. Posteriormente me pidió disculpas”, dijo Rey Cortés en su última misiva.

En el escrito también fustigó a los políticos de todo el espectro por favorecer “la peor derrota y humillación de la historia” para las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investigaciones, en el marco de las resoluciones judiciales condenatorias por crímenes contra los Derechos Humanos.

La explicación y justificación de los mandos para permitir que ocurriera en democracia este ataque artero, cínico, concertado y sin contrapeso de ningún tipo, sólo puede ocurrir cuando el interés personal es más importante que el interés institucional, de país y de la verdad de lo ocurrido en Chile”, dijo Rey.

Finalmente, en su misiva el fallecido funcionario en retiro de la FACh, vaticinó un nuevo período de desencuentro político entre la izquierda y la derecha, sólo que esta vez, según él “será más brutal, pues la izquierda estará ayudada por el narcotráfico igual que en Venezuela”.

La causa

Carlos Alberto Rey Cortés, de 71 años, se encontraba procesado desde el pasado 17 de octubre por la muerte de Arturo Fernando Díaz Jiménez, trabajador textil que fue alcanzado por una bala mientras se encontraba en la puerta de su casa en la población La Victoria, el 1 de enero de 1974.

Producto de esta causa, la ministra de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Marianela Cifuentes, decretó la detención del uniformado en retiro, puesto que, de acuerdo a lo declarado por familiares de Díaz Jiménez, habría sido una patrulla de la FACh, la responsable de la muerte del hombre.

Revisa aquí el texto completo de la carta al que tuvo acceso BioBioChile:

Queridos amigos Caballeros del Aire,

Al recibo de la presente no estaré con ustedes físicamente, pero si espiritualmente. He tomado esta drástica decisión, pues no creo en el Poder Judicial existente en el país, porque todo lo que un uniformado diga no tiene valor, pues los fiscales y abogados de DDHH se preocupan de llevar testigos falsos después de 40 años, fabrican peritajes de acuerdo a su conveniencia, etc., con la complicidad de la mayoría de los Jueces que sólo desean ascender como sea. Ustedes me conocen y saben si fuera culpable de algo o responsable de los actos de las personas bajo mi mando, lo diría sin dificultad, pues siempre enfrenté las consecuencias de mis actos dando la cara, aunque me significara un llamado de atención como me ocurrió con un General al que le dije que estaba equivocado. Como me ocurrió inmediatamente después del 11 de septiembre, cuando a un compañero de curso lo mandaron detenido a la guardia (donde no había donde estar decentemente) por ser de izquierda y estar presuntamente coludido con los SSOO que fueron arrestados, en que le dije al Comandante del Grupo 7 que me parecía injusta la acusación sin pruebas y que por lo menos lo autorizaran para dormir en mi pieza, a lo que accedió. Como me ocurrió cuando defendí en la misma fecha a un Sargento que trabajaba conmigo a cargo de Control de Calidad con Pruebas no Destructivas, acusado de ser parte de los que habían saboteado a los aviones. Le demostré al oficial de Inteligencia que no podía ser, porque él trabajaba conmigo en los aviones y luego en el taller, luego no tenía acceso a los sistemas saboteados, como sí tenían los mecánicos hidráulicos y los mecánicos de línea. Lo dejaron libre y lo pusieron en lista de despido. Le dí una carta de recomendación logrando ser contratado por una gran empresa de la época y llegó a ser Presidente de las organizaciones de Control de Calidad del país. Mi actitud no fue bien vista por algunos oficiales, llegando un Capitán a tratarme de comunista. Posteriormente me pidió disculpas. Cómo me dijo mi amigo Dr. Yazigi en el G-7 por unos oficios enviados que provocaron molestia: “Tú eres un tábano en el anca de un caballo”. Que cierta su afirmación y siempre me acordé de él por hechos ocurridos cuando estuve en el Ala de Mantenimiento (ENAER). Mi formación valórica desde chico, me impedía aceptar se cometieran injusticias con los subalternos y/o se mintiera para lograr algún objetivo, denunciando al superior los hechos lo que evidentemente me trajo muchos problemas. ¿Significa mi decisión que no amo la vida? No, esta vida con final es lo más hermosa, lo más maravilloso y me habría gustado pasar los últimos años ya jubilado disfrutando de la familia, amigos y la naturaleza, especialmente la del sur con sus bosques y lagos. Pero siendo para mí la familia lo más importante, no puedo someterlos a un calvario que durará hasta que me muera, con una calidad de vida inestable emocional y económicamente. A demás y no menos importante que el punto anterior, no puedo hacerles el juego a los Poderes Político y Judicial corruptos de Chile, aceptando un juicio como justo, cuando sé por la experiencia de muchos que es un fraude.

Creo en Dios y la Virgen María, mi familia y amigos saben que para mí lo más importante es el Juicio Divino y que creo en su infinita misericordia. Se que el golpe inicial para mi familia especialmente y para mis amigos será duro, pero confío justamente en que el Amor de Dios y la Virgen María será el bálsamo que curará la herida, la cicatrizará y aceptarán que estoy bien en la otra Vida y que ellos deben disfrutar esta vida con esperanza camino a la otra vida. El Ejército y la Armada que tuvieron en el pasado experiencias de guerra con países vecinos, saliendo victoriosos, se han jactado de ser una fuerza jamás vencida. El 11 de Septiembre fue una guerra interna y las FFAA más Carabineros e Investigaciones también salieron victoriosas. Yo les digo a las FFAA, Carabineros e Investigaciones de mi país, que hemos sufrido la peor derrota y humillación de la historia, a manos de los políticos de todos los colores (Izquierda, centro y derecha) y de la Iglesia Católica, usando sólo la pluma para escribir y la lengua para hablar en cuanto sistema informativo existe en Chile y a nivel internacional. Los primeros años contaron con la ayuda de la KGB y potencias occidentales, luego de la caída del muro sólo quedaron con estas últimas y que hasta el día de hoy ha significado un éxito rotundo para la izquierda. La explicación y justificación de los Mandos para permitir ocurriera en democracia este ataque artero, cínico, concertado y sin contrapeso de ningún tipo, sólo puede ocurrir cuando el interés personal es más importante que el interés Institucional, de País y de la Verdad de lo ocurrido en Chile. El Museo de la Memoria es una afrenta a la inteligencia de cualquier persona medianamente informada, ya que aceptar que las FFAA se tomaron el poder por iniciativa propia por un ataque de locura, es sencillamente ridículo. Sin embargo, ninguna organización intelectual del país, del extranjero y religiosa lo ha cuestionado, exigiendo se diga cuál fue el génesis de los acontecimientos, desde cuándo, para que las futuras generaciones no cometan los mismos errores. Chile volverá en unos dos o tres gobiernos más a tener un nuevo enfrentamiento entre dos facciones, sólo que esta vez será más brutal pues la izquierda estará ayudada por el narcotráfico igual que en Venezuela. Dios quiera me equivoque y la juventud salga de su actitud indolente, reflexione sobre lo que escucha y lea, estudie a otros países y no deje que le laven el cerebro. Reciban mis agradecimientos por la amistad sincera y desinteresada que me dieron durante todos estos años, en las buenas y en las malas. Fue un honor tenerlos de compañeros de curso. Que Dios y la Virgen María los bendiga a ustedes y sus familias. Un abrazo grande.

Alberto Rey