El suceso tuvo lugar en General Roca, en Argentina, donde la valentía de la muchacha para afrontar la situación le salvó la vida.

Guadalupe Sanz caminaba rumbo a su casa después de visitar a un amigo, recorrido que -entre un punto y otro- era de solo de 6 cuadras, según consignó el medio trasandino Todo Noticias.

Cuando estaba cerca de llegar a su residencia, vio a un sujeto en bicicleta acercándose, quien la empezó a seguir. Ella intentó perderlo cambiando de calle, sin embargo, la alcanzó y le dijo: “Si gritás te pego un tiro”.

En ese momento Guadalupe hizo lo que parece la opción más lógica, pero al mismo tiempo la más valiente: comenzó a correr y a gritar. El chofer de un vehículo que pasaba cerca escuchó los gritos y se detuvo. La joven le contó y él la rescató llevándola hasta su casa sana y a salvo.

“¿Qué pasaba si yo era de esas personas que el miedo las paraliza? Este hijo de la mierda me agarraba, me arrastraba hasta el descampado que está ahí nomás y me violaba. Quizás me pegaba un tiro. Y aparecía muerta, como otras tantas”, aseguró.

A lo anterior agregó: “Pero ellos no están preparados para que los enfrentemos, para que luchemos, gritemos y corramos por nuestras vidas. Yo ya tenía las llaves entre los dedos para defenderme. Lo puteé en la cara y lo amenacé antes de huir. No le tengo miedo a la muerte. Tengo ira”.

El relato lo hizo a través de Twitter, donde su publicación suma más de 3 mil 400 retuits.

Guadalupe Sansz | Twitter
Guadalupe Sansz | Twitter

Sin duda alguna, la decisión de Guadalupe fue lo que hizo que el día de hoy no haya un nuevo caso de violación o quizá de asesinato. También dio las características del hombre:

La joven además hizo un llamado a las mujeres para que sean más empoderadas en estos casos:

“Consejo a todas: no tengan miedo. Vayan atentas, siempre armadas, escuchando su intuición y teniendo presentes vías de escape. No se paralicen; ataquen, corran, griten con todas sus fuerzas. Mueran peleando si hace falta. Pero no se rindan. Jamás se rindan”.

Para su sorpresa, el propio conductor que la salvó -identificado como Lucio- le respondió en el hilo de Twitter donde narró lo que le ocurrió.

“Me alegra mucho que estés bien, y que hayas tenido la valentía de enfrentar una situación tan fea. Volvería a frenar el auto una y mil veces más, porque sé lo difícil que es el día a día para ustedes. No mirar para el costado en situaciones así es la manera que tenemos de ayudar en su lucha. Te mando un abrazo y espero que vos y todas las pibas puedan caminar en paz de una vez por todas”, enfatizó.

Finalmente, Guadalupe agradeció la posibilidad de reencontrarse con él. “Justo pensaba en que me hubiera gustado conocerte e ir a agradecerte. Si vos no hubieras parado ese tipo me hubiera agarrado en la siguiente esquina. Nunca me voy a olvidar de vos y tu gesto. Mil gracias”.

Su experiencia denunciando:

Según contó en su cuenta tras ir a la policía, quien “me tomó la denuncia era un machirulo sin ganas de trabajar que intentó desalentarme de denunciar, apenas me prestó atención, cuestionó mi relato y lo redactó mal. Por cuestiones como estas las mujeres no queremos denunciar“.

Pero no fue lo único, pues acusó burocracia: “Tema aparte, también, es la burocracia del sistema: a la primer comisaría fui a hacer la denuncia media hora después del hecho. De ahí me mandaron a otra luego de las 21hs. De esa me mandaron a una tercera. Terminé denunciando a las 23hs. Y el agresor, prófugo“.

Por último, contó que fue a la Brigada de General Roca a reconocer fotos, pero “no pude identificarlo a mi atacante. Fueron más de 1800. Pero no estaba en ellas. Lo recuerdo claramente. En estos días veremos junto a Criminalística si podemos elaborar un identikit”.