Dicen que no hay poder más grande que el de la naturaleza. Así quedó comprobado el pasado fin de semana, cuando un rayo mató a un padre y sus cuatro hijos, que se habían refugiado de un temporal en una precaria choza del poblado de Chayanta, en el sur boliviano.

El hombre junto a los niños de entre 8 y 19 años de edad, “se encontraban refugiados en una choza de paja esperando que la granizada pasara, cuando un fuerte rayo cayó sobre la choza y los cuerpos fueron calcinados”, relató el alcalde de Chayanta, William Guzmán, citado por los portales de las radios Erbol y Fides.

“No se salvó ni el perro, todos están quemados de la mitad del cuerpo”, agregó el edil. La esposa y otra pequeña hija de año y medio, lograron salvar sus vidas, pues escaparon minutos antes de que el rayo impactara en el lugar.

El lamentable siniestro ocurrió el pasado sábado, cuando la familia Conde fue sorprendida por el temporal en medio de sus faenas de agricultura.

Con estos cinco decesos, el saldo de muertos en el inicio de la temporada de lluvias se elevó a 12, según recuento extraoficial de los medios locales.

La temporada de lluvias en Bolivia normalmente se extiende de noviembre a marzo. La época de precipitaciones 2017-2018 cerró con un saldo de 17 fallecidos, además de 14.800 familias afectadas por riadas y deslizamientos de tierra.