Mucho se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, pero las personas no siempre resultan ser un buen compañero para este noble animal, que en muchas relaciones ha sido entregado como un lindo obsequio.
Tras una serie de profundas diferencias en su relación, Elizabeth Jame, oriunda de Carolina del Sur, Estados Unidos, terminó en muy malos términos con su pareja, y para vengarse no encontró mejor manera que intentar matar al perro que alguna vez recibió como regalo.
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La despechada encontró que era una ‘perfecta idea’ llevar este plan a cabo dejando morir de hambre al animal, negándole el agua y la comida. No obstante, lo que no previó fue que sus vecinos escucharían la agonía del animal llamado ‘Champ’.
[spoiler title=’Advertencia: la imagen puede herir la sensibilidad de algunas personas’]
El caso llegó a las redes sociales donde, además del repudio en contra de la mujer, también se inició una campaña para exigir justicia. Gracias a la agrupación animalista que lo salvó, el animal ahora tiene una fanpage donde los cibernautas pueden saber sobre su avance.
“¿Champ se estará preguntando si todo esto es real? Hace solo una semana, sufría una muerte lenta y dolorosa. Estaba encadenado, sin forma de escapar de su infierno en la tierra“, explicaron en una de las publicaciones.
“Hoy él está muy débil y sólo puede estar parado por unos segundos, pero está de pie y disfruta de una excelente atención médica, buena comida, personas amables, pasto verde, sol y libertad. ¡Nunca morirá de hambre ni tendrá que vivir atado afuera, solo y sufriendo nunca más!“, añade el texto.
Detenida por maltrato
Luego que fuera rescatado, el animalito fue sometido a un tratamiento de emergencia para que pudiera recobrar algo de peso. Su veterinario contó que se le realizaron dos transfusiones de sangre, y actualmente ya se encuentra mejor, incluso tomando medicamentos.
Junto a eso, tiene sesiones de kinesioterapia para fortalecer sus músculos, los que se vieron severamente afectados por la desnutrición a la que fue sometido.
Debido a esto, Elizabeth se encuentra detenida desde el 16 de agosto en la estación de policía del Condado de Laurens (Carolina del Sur, EE.UU). Según consignó el medio local The Charlot Observer, su libertad está sujeta al pago de una fianza de 15 mil dólares, es decir, unos 10 millones de pesos.
