Gran conmoción ha causado el caso de Gabriel Cruz, el niño español de 8 años que estaba desaparecido y que fue encontrado muerto 12 días después dentro del maletero de la pareja de su padre, Ana Julia Quezada.

Toda la investigación en torno a este caso culminó este martes, luego que Quezada confesara el crimen y la policía recopilara más antecedentes de cómo fueron las últimas horas de este pequeño inocente.

El martes 27 de febrero, como cualquier niño, Gabriel salió de la casa de su abuela a jugar donde sus primos, lugar que se encontraba aproximadamente a 100 metros de distancia, sin embargo, nunca más volvió.

Respecto a las declaraciones que ha entregado a la policía, Ana Julia reveló que iba en su auto cuando se encontró con el pequeño y le dijo que se fuera con ella a la finca, donde más tarde tuvieron una discusión porque Gabriel jugaba con un hacha.

“Él me dijo: tú no eres mi madre, tú no me mandas y además no te quiero volver a ver nunca. Así que nos peleamos por el hacha, se la quité y al final, con la rabia, acabe asfixiándole, tapándole la nariz y la boca”, relató Quezada, según consigna el medio español El Mundo.

La autora confesa del crimen indicó que, tras darse cuenta que el pequeño no estaba con vida, decidió enterrarlo para “no hacerle daño a Ángel”, el padre del niño. Después, escondió parte de la ropa en la casa de la abuela y abandonó una de las camisas de Gabriel en un lugar estratégico para despistar a la policía.

“Sí, coloqué la camiseta en los juncos fue para despistar. Bueno, días más tarde cogí lo que quedaba de la ropa de Gabriel y la tiré dentro de un contenedor de vidrio en frente de un hotel. Al final vine a buscar el cadáver porque me dijeron que les entregase la llave y me puse nerviosa”, relató Quezada.

Aquel martes 27, sin saber nada sobre el paradero del pequeño, la familia dio aviso a las autoridades y comenzó una intensa búsqueda, la cual acabaría con esta escalofriante revelación.

Según la información que entregó la policía, se presume que Ana Julia Quezada —tras cometer el crimen— trasladó el cuerpo en diversas oportunidades, siendo su último intento el pasado domingo 11 de marzo, cuando los agentes de la Guardia Civil la interceptaron tratando de esconderlo en el maletero de su automóvil.

El pequeño Gabriel se encontraba envuelto en una manta y su cuerpo estaba con restos de barro, ya que la confesa autora del asesinato también lo había oculto en un pozo por algunos días.

Posibles condenas

Debido a los últimos antecedentes y al revuelo que ha causado en el mundo, este caso no dejará de aparecer en los medios de comunicación y ahora será el proceso judicial contra Ana Julia Quezada el que dará de qué hablar.

Y ya son muchos quienes han participado en las manifestaciones en nombre de Gabriel que piden que se aplique la cadena perpetua. Sin embargo, debido a que Quezada ha confesado y cooperado con la policía, esto podría revertir una “acusación por asesinato”.

Finalmente, cuando el crimen no es planeado, la condena en España se podría aplicar por homicidio, por lo que Ana podría arriesgar entre 10 y 15 años de cárcel; o bien, condenarla por un homicidio imprudente, alcanzando los cuatro años de pena.