Una mujer fue condenada a 11 años de prisión por secuestrar a la hija de cinco meses de su amiga, metiéndola en una bolsa de basura y huyendo de la casa de la menor de edad.

Yin Sotheara, de 34 años, estaba jugando cartas con su amiga, Meas Sovanna y otros amigos, cuando de un momento a otro abandonó la habitación donde se encontraban, en la casa ubicada en Phnom Penh, Camboya.

La mujer llegó a la pieza de la pequeña, tapó su boca y la metió en la bolsa de basura. Luego la bajó por la ventana usando una cuerda. Yin salió de la casa apresuradamente a eso de la medianoche y arrancó con la niña en su motocicleta, consignó el medio inglés Metro.co.uk.

El incidente ocurrió en marzo pasado, pero recientemente fue condenada, luego que la arrestaran frente a la casa de la víctima. En la corte, se supo que Yin estaba en deuda con su amiga y planeaba usar a la bebé para extorsionarla y armar un rescate pagado.

Cuando estaba arrancando, recibió una desesperada llamada de Meas. Esa situación la hizo regresar al lugar de los hechos a eso de las cuatro de la madrugada, con la bebé escondida en el portamaletas de su moto, para más tarde abandonarla a su suerte.

Los vecinos del sector escucharon a la pequeña llorar y cuando recorrieron el lugar para saber de dónde provenía el llanto, la encontraron en medio de otras bolsas de basura.

Más tarde informaron a la policía y Yin fue arrestada, confesando que había robado la guagua debido al inconmensurable amor que sentía por ella. “Estaba totalmente obsesionada con la idea de amar a esta pequeña y tuve una idea precipitada“, señaló la mujer durante el juicio.

No obstante, el jefe adjunto de la policía local, Yim Davuth, aseguró que Sotheara planeaba extorsionar a la familia pidiendo dinero.

La sentencia fue leída este miércoles, pro el juez Chhun Heng, quien describió los hechos como ‘brutales’ y agregando que la bebé podría haber fallecido asfixiada producto del secuestro.

En tanto, los abogados de Yin aseguraron que apelarán a la sentencia, por considerarla ‘muy estricta’, pues no existe evidencia de que su representada haya intentado matar a la pequeña.