Más de 50 días se extendieron las labores de búsqueda del astrónomo Tom Marsh en terrenos de La Silla.

El académico británico se encontraba en el observatorio de ESO emplazado en el límite norte de la Región de Coquimbo, cuando se perdió su rastro, el 16 de septiembre.

Tras un intenso rastreo y ante la mirada atenta de la familia, que en las últimas semanas siguió los trabajos en terreno, el equipo de GOPE Coquimbo halló su cuerpo.

De esta forma, se puso fin a las esperanzas de encontrar con vida al científico, pero con la seguridad de haber aportado tranquilidad, en un enigmático caso que acaparó la atención de la opinión pública, tanto a nivel nacional como internacional.

Terminado el procedimiento, se da paso a las labores más específicas de investigación, que buscarán esclarecer de manera fehaciente la causa de muerte y las circunstancias en que se produjo la desaparición y el deceso de Marsh.

A un día de la noticia, El Día habló con algunos de los líderes de la búsqueda, que cierran un capítulo de alto cansancio físico y mental, pero con la convicción de haber respondido a la altura.

Primeras horas tras desaparición de Thomas Marsh

El equipo del GOPE fue el primero en llegar a La Silla. El teniente Julio Valdés, jefe de la unidad especializada de Carabineros en la zona, recibió la llamada pasadas las 6:30 horas del sábado 17 de septiembre.

Rápidamente, llegó hasta el cuartel y constituyó un primer equipo de respuesta para la denuncia de presunta desgracia.

Con las capacidades que los funcionarios del Grupo de Operaciones Especiales adquieren en formación, son las personas preparadas para desarrollar esta función.

Desde entonces y con la experiencia, no le fue difícil entender que sería una tarea ardua y extensa.

“La primera vez tuve que quedarme seis o siete días en el observatorio con el primer equipo, de cuatro personas, sabiendo que esto se iba a extender, uno sabe por la experiencia”, comenta.

En las amplias instalaciones del observatorio, no se encontró rastro de Tom Marsh y la búsqueda al correr de los días se extendió al agreste terreno en las inmediaciones, por lo que Valdés constituyó un comando de incidentes, para gestionar de manera más oportuna el rastreo.

De esta forma, se solicitó a través de Onemi nuevos recursos, para robustecer la búsqueda.

Una tarea que no era fácil, ya que además debía responder a la desaparición de una persona en Pedregal, Monte Patria.

“Todas las personas son igual de importantes, independiente de su nacionalidad”, indicó.

Se incorporaron drones, un avión vigía, personas de la escuela de suboficiales de Santiago y la escuela de especialidades, específicamente de frontera, trabajo al que más adelante se sumó Bomberos.

Si bien no es primera vez que trabajan en un entorno similar, “todo tiene su complejidad”, señala Valdés.

Una búsqueda en las instalaciones, pasó a las inmediaciones, en un terreno agreste y rocoso, donde hay quebradas y pendientes.

Se incorporaron “descensos técnicos” que solo el GOPE pudo realizar y se continuó con la esperanza y el lineamiento dispuesto por el fiscal regional, Adrián Vega, de encontrar a Tom Marsh con vida.

El teniente reconoce que “es un tema muy difícil” liderar un equipo en estos contextos.

“La moral es lo primordial para el liderazgo, hay un apoyo fundamental detrás de cada uno de los funcionarios, donde entre ellos mismos se van subiendo la moral (…) es bien difícil, porque fueron muchos días, pero creo que había un compromiso mayor, de poder darle tranquilidad a la familia y poder decirles: lo encontramos”, agregó.

En este punto relata que al subir al observatorio y hablar con los administradores, “les prometí que lo iba a encontrar”, mismas palabras que le expresó a la familia del astrónomo en un contacto por videoconferencia que tuvieron antes del viaje de la esposa e hijos de Marsh a Chile.

“Creo haber cumplido la promesa”, declara, afirmando que a pesar del resultado fatal, se pudo entregar tranquilidad, en comparación a casos que quedan en eterna incertidumbre.

De esta forma, el teniente Valdés sostiene que el GOPE terminó el procedimiento con la sensación de “el deber cumplido” y con aprendizajes.

“De cada procedimiento se aprende mucho, todos son diferentes y siempre se saca la mayor experiencia posible en estos casos”, indica, con la satisfacción de “haberlo entregado todo”.

“Fuimos los primeros en estar ahí. Llegamos el 17 de septiembre y no descendimos hasta el día de jueves, cuando se encontró a la persona. El laboratorio no estuvo ningún día sin carabineros, estuvimos caminando 30 kilómetros diarios para poder darle tranquilidad a la familia. Esto no es algo de suerte, es de perseverancia, se caminó bastante y es debido a lo que se realizó, el éxito de la misión que tuvimos”.

Hipótesis en muerte de Tom Marsh

Cabe señalar que, de manera preliminar, se ha establecido que Tom Marsh habría muerto por un accidente.

En razón de las características del terreno y sin lesiones atribuibles a terceros, se piensa que el académico pudo haber tenido una caída en los primeros días de su desaparición.

Dicha hipótesis será desarrollada y contrastada con los análisis que llevará a cabo el Servicio Médico Legal (SML) de Santiago, mediante pericias y análisis de laboratorio, con los que se espera cerrar el doloroso capítulo que de manera lamentable conectó para siempre a la familia británica con Chile.