La Corte de Apelaciones de Punta Arenas confirmó la libertad bajo fianza de los procesados como encubridores del delito de sustracción del menor Ricardo Alexis Harex González, en octubre de 2001. Dicha causa es conocida como el “Caso Harex”.

De acuerdo a lo publicado este sábado por el Poder Judicial, se confirmó la libertad de los carabineros en retiro Hernán Octavio Bravo Aris, Héctor Eliazar Peña Monsálvez, Máximo Enzo Sánchez Márquez y Anwar Kharufeh Jadue, además de los sacerdotes salesianos Leonardo Wenceslao Santibáñez Martínez y Vincenzo Soccorso di Bono.

Por la pandemia, los procesados se encontraban en prisión preventiva en sus domicilios bajo la custodia de Carabineros, sin embargo, tras el pago de 200.000 pesos cada uno, quedaron en libertad.

Según agrega el Poder Judicial, en la etapa de investigación de la causa, la ministra en visita, Marta Jimena Pino, reunió antecedentes suficientes que permiten tener “presunciones fundadas de la participación en los hechos constitutivos del delito de sustracción del menor Ricardo Alexis Harex González, de 17 años de edad, en calidad de encubridores…”.

“Del jefe de zona y general de Carabineros Hernán Octavio Bravo Aris, del subprefecto Héctor Eliazar Peña Monsálvez, del capitán Máximo Enzo Sánchez Márquez y del jefe del tercer turno del día 19 de octubre de 2001 en la Primera Comisaría de Punta Arenas, teniente Anwar Kharaufeh Jadue, todos funcionarios de Carabineros de Chile en dicho año, agentes del Estado y con responsabilidad de mando”.

También se justifica en esta etapa la presunta participación de los sacerdotes salesianos mencionados.

La desaparición de Ricardo Harex

Los hechos sobre el caso de la desaparición de Ricardo Harex se remontan a la noche del 19 de octubre de 2001, cuando el joven salió de su casa, en calle Andrés Stambuck, para dirigirse a un quincho donde lo esperaba un grupo de amigos, con la intención de celebrar un cumpleaños.

Según antecedentes recopilados por la Unidad de Investigación de BioBioChile, Ricardo se sentó junto a una parrilla, jugó a las cartas, conversó y bebió alcohol.

A las 03:00 horas, solicitó que lo llevaran a comprar completos, sin embargo, nadie se animó a acompañarlo, por lo que fue solo hasta una Esso de camino a su casa.

Llegó al recinto, solicitó una promoción de bebida con un completo, comió, se fue del local y luego de eso se perdió todo rastro del joven.