La familia de Vanessa Araya, enfermera que se quitó la vida en 2021 tras denunciar acoso laboral, demandó al Hospital Clínico de Viña del Mar por un monto total que asciende a los $1.100 millones.

La acción civil precede a las medidas prejudiciales que se presentaron en los últimos meses, enfatizando que no se adoptaron los protocolos necesarios para evitar el hostigamiento que sufrió la víctima.

Una demanda de indemnización de perjuicios por enfermedad laboral con resultado de muerte que se divide en 500 millones de pesos por daño heredado y 300 millones para cada uno de los padres de Vanessa Araya, por daño moral propio.

La abogada Paula Contreras, quien representa a la familia de la enfermera, entregó los argumentos que los llevaron a presentar esta acción civil en contra del Hospital Clínico de Viña del Mar, señalando que el empleador de Araya sabía del hostigamiento que sufría y no hizo nada para protegerla.

Felipe Olea, también abogado de la familia, apuntó a la responsabilidad del recinto médico en la muerte de la víctima, indicando que esto se confirmó en el sumario que llevó a cabo la Seremi de Salud.

“Dejó su vida en ese hospital”

Tales documentos agrupaban testimonios que daban cuenta de un “ambiente laboral malo, (que) existe competitividad, sobrecarga laboral y malos tratos de ciertas personas de la UCI”.

Javiera Araya, hermana de la víctima, enfatizó en que no puede haber impunidad tras la muerte de Vanessa.

“Dejó su vida en ese hospital. Durante más de un año trabajo turnos extenuantes 24 horas sin dormir, llegando a la casa rendida. Ella sacrificó su vida personal y familiar y que no se confunda la explotación con éxito profesional“, detalló la hermana.

La investigación penal por el caso de Vanessa -cabe recordar- no fue perseverada por el Ministerio Público, no encontrando responsables directos en su muerte.

Radio Bío Bío Valparaíso intentó comunicarse con la representación legal del Hospital Clínico, lo que -hasta el cierre de esta edición- no ha sido posible.