Damaris es el nombre de la menor de 10 años que falleció la noche de este lunes en la Clínica Dávila, de la comuna de Recoleta.

La niña y su madre fueron llevadas de urgencia hasta el centro de salud por el padre de la familia, Ángel Gabriel García, por una presunta intoxicación por cianuro. Las dos presentaban vómitos, mareos y dolores de cabeza.

Desafortunadamente, Damaris falleció, mientras que la adulta corrió mejor suerte, ya que logró ser estabilizada.

El centro de salud solicitó la presencia de Bomberos para controlar la posible emergencia. No obstante, no se encontró presencia de ácido cianhídrico, gas que se produce si alguien ingiere cianuro.

Sin embargo, en el departamento de la familia se encontró un perro muerto (Lucas), fecas de ratón y un montículo de polvo blanco, cuyos primeros análisis habrían detectado la presencia de ácido cianhídrico.

En conversación con Las Últimas Noticias, Joselin Gabriel, hermana de Damaris, comentó que “acá la estamos velando con la pura fotito, ha llegado mucha gente que la quería. Eso me causa pena y alegría a la vez. Ella era chispeante, nunca estaba triste”.

“Ella ya está lista en el Servicio Médico Legal, pero estamos esperando a que mi mamá le den el alta para que esté presente. Ellas eran muy unidas, Damaris era muy mamitis”, agregó.

“Mi mamá está muy afectada, la tienen sedada para que duerma. Le dio un paro cardiaco al enterarse de la muerte de mi hermana, algo que se llama síndrome del corazón roto (miocardiopatía por estrés)”, continuó.

Acusan negligencia

La mujer asegura que en los informes de la niña y de su mamá no se encontró rastro de envenenamiento o intoxicación, y apuntó a los servicios de salud.

“No le prestaron atención ni en el Sapu ni en la Dávila. Ella llegó a las ocho de la mañana con vómitos y desgastada. Le dijeron que tenía una infección al estómago, le dieron un jarabe y a los 25 minutos las mandaron para la casa a las dos, porque ambas tenían el mismo síntoma. Ella se veía deshidratada, pero ni siquiera le dieron suero”, dijo.

“Según la doctora, tenía el azúcar alta y algo le inyectó, no sabemos bien qué, pero según lo que dijo, era algo para que le bajara el azúcar, pero ella venía deshidratada. Al momento de que le aplicaron esa inyección, ella empezó a desesperarse y decía que no veía”, sostuvo.

“Yo le gritaba a la doctora que se apurara, de repente se desmayó. Le hicieron una reanimación, pero no volvió. Yo le suplicaba que se levantara, pero a la tercera reanimación botó sangre de la boquita”, lamentó.

La Fiscalía Metropolitana encargó la investigación a Carabineros, sin embargo, aún no se ha informado la causa de muerte de la pequeña víctima.