Durante este lunes, se realizó la formalización de Juan González Quezada, imputado por el crimen del cabo David Florido, y en donde entregaron nuevos antecedentes del caso.

En medio del proceso, el fiscal Christian Toledo, jefe de la sección de Delitos Violentos de la Fiscalía Metropolitana Sur, mostró inéditas declaraciones de familiares y cercanos del sujeto detenido.

Una de los primeros testimonios mostrados por el persecutor, fue el de la hermana del acusado. “Ella hace referencia que había visto a su hermano en un vehículo. Sin embargo, dice que el día 10 de junio ella salió hacia un policlínico de Pedro Aguirre Cerda y cuando se iba a su domicilio pasa su hermano manejando un auto negro, que nunca lo había visto”, indicó.

Su hermano le dice si la iba a dejar, ella aceptó, iba con su hija menor de edad”, detalló, consignó La Cuarta.

Sumado a esto, la mujer afirmó que “se bajó del vehículo, se despidió de su hermano, y este se retiró”.

De esa acción se recuperaron imágenes. Se ve cuando la hermana desciende del vehículo”, agregó Toledo.

Nuevos antecedentes en crimen del cabo Florido

En esa misma línea, el fiscal señaló que “se logró ubicar a quien sería un mecánico que habría arreglado el auto. Dice que el imputado, días previos, le habría llevado el auto para reparar una filtración y que se lo habría reparado”.

“Dentro del vehículo se encontró una chapita donde aparecía una fotografía de la madre del imputado, quien falleció hace unos años. También se encontró una tarjeta con el nombre de un niño, que es el hijo del imputado”, puntualizó.

“Tenemos la evidencia de las huellas (en el auto), la tarjeta, la foto, la versión del mecánico y la hermana, confirman que él manejaba este vehículo”, complementó.

Este dato, según indicó el citado medio, sería clave en este caso, ya que el móvil estaba estacionado muy cerca del sitio del suceso.

Finalmente, el fiscal Christian Toledo mencionó que un hombre identificado con las iniciales J.A.P., quien es padre de una de las personas que estaba con Juan González Quezada previo a la muerte del carabinero, dio luces de lo que habría pasado el día del crimen.

“Él salió de su trabajo cerca de las 18.00 horas, llegó donde su hermano y se trasladó a su domicilio. Dice que llegó a su departamento, que se encontró con Juan González (padre del imputado) y que el padre dice que su hijo ‘se había piteado un paco’, que no habló mucho más y se retiró a su departamento”, afirmó.

“Dice que, posteriormente, en la madrugada, escuchó ruidos y se encontró con funcionarios de Carabineros, y le preguntan si conocía imputado. Les dice que sí, pero que no lo había visto”, cerró.