Fue el 21 de marzo de 2018, cuando todo Chile se consternó tras el hallazgo de los restos de una mujer al interior de una bolsa de plástico, en un sitio eriazo en la comuna de La Pintana.

Se trataba de Alexis Chandía, una joven de 17 años que fue descuartizada por su propio hermano, Axel Chandía (19), y su pareja menor de edad (17).

El cadáver estaba sin sus piernas ni brazos, los ojos vendados, y abandonado en medio de una zanja en el sector El Castillo, consignó 24 Horas.

Si bien los primeros peritajes señalaban que la adolescente había sido atacada tras una riña iniciada por una polera, el resto del cuerpo finalmente apareció enterrado en su propia casa en la comuna de Puente Alto.

Según los antecedentes de la investigación, tras una discusión entre la víctima y su cuñada, el imputado la golpeó en la cabeza con un objeto contundente, provocándole la muerte. Posteriormente, decidió junto a su pareja desmembrar el cadáver para poder ocultarlo.

Se constató que la víctima no se logró defender, por lo que se estableció que la joven perdió el conocimiento tras el fuerte golpe.

El informe detalló que mutilaron el cuerpo de Alexis con dos tipos de herramientas. Una parte la sepultaron en el patio de la casa en Puente Alto, y la otra la transportaron en una maleta hasta La Pintana.

Su deceso se produjo el 15 de marzo, seis días antes del escalofriante hallazgo. Durante ese periodo, la familia siguió viviendo en la casa sin saber lo que había ocurrido.

La pareja fue condenada con las máximas penas

Tras confesar ambos el crimen, el imputado de 19 años y su pareja fueron formalizados por homicidio calificado con alevosía, y luego condenados como autores del crimen.

“No quiero buscar una excusa o un motivo por el cual maté a Alexis. Quiero hacerme responsable del homicidio en calidad de autora… pasaron muy rápido los días. No puedo seguir cargando con esta mochila, quiero dormir tranquila”, declaró la menor de edad.

El 14 de agosto de 2019, el Tribunal Oral en lo Penal de Puente Alto dio a conocer la sentencia, informó La Tercera.

Respecto al acusado, se decretó cadena perpetua, y con la menor de edad, se resolvió su internación en régimen cerrado por 10 años, con programa de reinserción social.

Yasne Pastén, fiscal de la Unidad de Delitos Violentos de la Fiscalía Local de Puente Alto, señaló en aquella oportunidad que “esas son las penas que se estaba solicitando y son las máximas que se les puede imponer a cada acusado. Nos sentimos tremendamente satisfechos de la resolución a la que llegó el tribunal”.