El Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentó una petición al 16° Juzgado Civil de Santiago para acceder al testamento que Lucía Hiriart redactó a inicios de la década del 2000. El documento está secretamente guardado en una bóveda del Banco de Chile.
El trámite debe ser judicial, pues cuando la mujer de Augusto Pinochet falleció —en diciembre de 2021— lo hizo bajo el imperio de su testamento solemne cerrado.
Según consignó Chilevisión Noticias, la procuradora fiscal de Santiago, Ruth Israel, presentó la solicitud de abrir el escrito, el cual pasó por notaría el 3 de septiembre de 2002, justo dos años antes de que la justicia de Estados Unidos advirtiera que el dictador tenía millones de dólares en cuentas del Banco Riggs.
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De forma paralela, la justicia chilena desarrolló su propio procedimiento, donde concluyeron que el ex Comandante en Jefe del Ejército usaba el alias de ‘Daniel López’ en el Riggs, e incluso lo conocían como ‘Red Fox’ en la entidad bancaria.
Las investigaciones determinaron que Augusto Pinochet se había apropiado de casi 6 millones de dólares de gastos reservados, los que pertenecían a las arcas fiscales del Estado.
Sin embargo, como el líder militar falleció, su responsabilidad quedó extinguida.
Piden abrir el testamento de Lucía Hiriart
Ahora, el objetivo del CDE es determinar si en el testamento de la viuda de Pinochet existen bienes o activos que sean desconocidos hasta el momento. De establecerse su existencia, se procedería al respectivo embargo.
En su solicitud, la procuradora fiscal de Santiago indicó que, si el tribunal falla a su favor, el notario que procesó el documento -identificado como Humberto Quezada Moreno- y los testigos que efectuaron el trámite, tendrán que reconocer la firma de la mujer.
En esa misma línea, deberán declarar “si el sobre que lo contiene está cerrado, sellado o marcado, como lo estaba en el acto de entrega”.
Quienes participaron en el trámite notarial del testamento en el año 2002 fueron la abogada y amiga de Lucía Hiriart, Julia Hormazábal; e integrantes del extinto Centro de Madres Chile (CEMA), Jorge Aguilera Ribera y María Luisa Oettinger.
