Varios casos de un extraño virus hepático infantil se han reportado en países de Europa y zonas de Estados Unidos. La enfermedad ha afectado a menores de 10 años, sigue expandiéndose, y aunque todavía no registra casos en Chile, causa preocupación.

Por lo mismo, la autoridad sanitaria del país “acogió la declaración de la Organización Mundial de la Salud, activando los protocolos correspondientes a este tipo de situaciones”, indicó el jefe de Epidemiología del Minsal, Christian García.

La Tercera consignó que, si bien esta enfermedad tiene características similares a la hepatitis, su origen no tendría relación con los virus que la ocasionan.

“Estamos monitoreando activamente este brote, hace más de 10 días. Como se hace habitualmente en estos casos, desde el Ministerio se activa el aviso de atención a toda la red de asistencia sanitaria, monitoreando casos y buscando patrones que puedan señalar la presencia de esta enfermedad”, añadió García.

Detección del virus hepático infantil

Todos los niños infectados estaban sanos una semana antes de ser diagnosticados. Los síntomas, en tanto, fueron iguales a los de una hepatitis: dolor abdominal, vómitos, diarrea, ictericia (coloración amarilla de piel y mucosas), picor cutáneo, coloración oscura de la orina y deposiciones más bien blancas (despigmentadas).

Si bien hay casos recuperados y no se han reportado fallecimientos, sí hay pacientes que debieron ser hospitalizados. Incluso, siete de ellos han requerido trasplante de hígado por la gravedad del cuadro.

¿Qué asusta a la comunidad médica? El aumento de casos en poco tiempo, lo violento que es con algunos niños y el desconocimiento de sus causas.

virus hepático infantil
Agencia UNO

Hipótesis del origen

Dentro de las posibles causas de este cuadro tan misterioso, se descarta el virus de la hepatitis A, B, C y E, porque ninguna muestra ha resultado positiva para estos virus.

Así, una opción es la intoxicación por alimentos, bebidas o juguetes. Las toxinas o venenos pueden afectar el hígado gravemente. En todo caso, no parece probable, pues no se han encontrado nexos en común entre todos los casos.

La enfermedad tampoco parece tener origen bacteriano, ya que no cursa con fiebre.

Como ninguno de los niños había sido vacunado contra el COVID-19, también se descarta un posible efecto secundario de la inoculación.

Una hipótesis sería que la infección por el coronavirus deja a los niños más vulnerables a otras infecciones. Como varios de ellos dieron positivo al test, se baraja una posible complicación o secuela del SARS-CoV-2.

De esta forma, la hipótesis que parece más probable para algunos investigadores, al menos de momento, es la de una infección por adenovirus. Esto porque la mitad de los casos han dado positivo para estos virus, que suelen causar diarrea, vómitos y síntomas parecidos al resfrío.

Por último, cabe destacar que se han registrado casos en Reino Unido, Dinamarca, Irlanda, Holanda, España y Estados Unidos.