Una querella presentaron los tres uniformados atacados el pasado viernes en el centro de Santiago, donde uno de ellos disparó y un repartidor resultó herido.

La acción judicial fue realizada contra los autores, encubridores y cómplices del delito de homicidio a carabineros en ejercicio de sus funciones en calidad de frustrado.

La querella cuenta con los testimonios de los tres policías, quienes fueron atacados por estudiantes que participaban de una marcha convocada por la Confech, el pasado 25 de marzo en el centro de Santiago.

Se trata del sargento primero Patricio Gómez, la sargento segundo Carmen Figueroa y el carabinero Leonardo Quezada (quien efectuó el disparo).

Gómez relató que los estudiantes comenzaron a lanzarles piedras mientras dirigían el tránsito, por lo que se trasladaron desde la Alameda con Diagonal Paraguay hacia calle Lira.

“(Allí) me dieron alcance, lanzándome contra la pared y recibiendo golpes con objetos contundentes, en donde yo solo trataba de protegerme, cubriendo mi cara y cuerpo”, indicó.

“En esos mismos instantes de agresión en contra de mi persona, es que me percato que el carabinero Quezada Castro se encontraba en el suelo y estaba también siendo agredido por varios individuos vestidos de uniforme, pero debido a los golpes tuve que volver a cubrirme la cara y es en esos instantes que escuché un disparo”, siguió.

Por su parte, la sargento 2º Figueroa explicó que “a la altura del N° 460 de la Alameda alcanzaron al carabinero Quezada, quien cae al suelo para luego ser agredido con golpes de pies y de puño por parte de los manifestantes, quienes también le lanzaba piedras a él y a nosotros, mientras el Sargento Gómez me gritaba ‘Carmencita agáchate’, por lo que me cubro con mis brazos, instantes en que alguien me tomó por la espalda y me jaló hacia un negocio el que inmediatamente cerraron”.

“En el momento que me ingresaban al negocio, logre ver como el carabinero Quezada era agredido, pero una vez cerrado el local no pude seguir mirando, y es cuando sentí un disparo, no teniendo conocimiento de quien lo realizó”, añadió.

Finalmente, el carabinero Quezada expresó que “estos sujetos comenzaron a rodearnos, y me percato de que mi sargento Gómez quedo atrás, por lo que me di vuelta para buscarlo y un sujeto encapuchado me pegó un golpe de puño, al parecer con una manopla en mi cabeza a un costado de mi ceja izquierda, ante lo cual caí al suelo inmediatamente y comencé a cubrirme la cabeza con ambos brazos, ya que varios encapuchados se acercaron para propinar golpes de todo tipo”.

“Cuando logré ponerme de pie veo de entre 10 a 15 personas a mi alrededor, quienes me continuaban pegando y lanzando objetos, y momentos antes me había quitado mi bastón retráctil, por lo que ante el miedo de mi integridad física, es que desenfundé mi arma de servicio revolver, y efectué un solo disparo al suelo, por lo que los individuos se alejan de mí y logro divisar a mi sargento Gómez ingresando a un edificio, al que también hago ingreso para resguardo seguían lanzando objetos”, relató.

En la querella, los uniformados solicitan a la justicia citar a todos los vecinos del sector que han sido empadronados en la investigación de lo ocurrido; se investiguen si hay registros de cámaras que hayan grabado a los atacantes y se cite a todos los policías que intervinieron durante esta jornada para que presten testimonio como testigos.

Vale la pena mencionar que el carabinero Quezada quedó en libertad tras considerarse que en su caso podría configurarse la legítima defensa.