El ejército ruso ha tomado en las últimas horas la Isla de las Serpientes, un islote ucraniano deshabitado situado en el Mar Negro a apenas 45 kilómetros de la ciudad rumana de Sulina, informan hoy medios locales.

Los 13 guardias de frontera ucranianos que defendían el islote se negaron a rendirse y murieron bajo el fuego ruso.

La toma del islote, confirmada por las autoridades ucranianas, ha provocado preocupación en Rumania, que ve cómo se cumplen los pronósticos más pesimistas sobre el avance de tropas rusas hasta las inmediaciones de su territorio.

“Este es un barco de guerra ruso. Les sugerimos arrojar sus armas, rendirse y evitar un derramamiento de sangre y que haya muertes sin sentido. De otro modo, serán bombardeados”, se oyó de las unidades rusas.

Los ucranianos por su parte, respondieron con una potente frase: “Buque de guerra ruso, vete a la mierda”.

“La campaña militar en Ucrania es una demostración de fuerza por parte de Putin”, señaló a Efe el experto rumano en el espacio exsoviético Armand Gosu.

Preocupación en Rumania

El analista cree que Putin no se detendrá a las puertas de la OTAN si sale victorioso de la guerra contra Ucrania.

“Me temo que el próximo objetivo de Putin pueda ser un país de la OTAN, uno de los países bálticos o Rumania”, dijo Gosu, que considera insuficientes para disuadir a Rusia los miles de soldados de la OTAN desplegados en estos países.

Situada a orillas del Mar Negro, donde Rusia ha multiplicado su presencia militar tras la anexión en 2014 de la península de Crimea, Rumania tiene más de 650 kilómetros de frontera terrestre, fluvial y marítima con Ucrania.

Estas reservas podrían ayudar a Europa a reducir su dependencia energética de Rusia, aseguran analistas.