Este miércoles, autoridades de Buenos Aires, Argentina, informaron que casi 100 personas fueron afectadas por el consumo de cocaína adulterada con una sustancia aún no identificada.

Hasta el momento, 20 personas han fallecido en cinco hospitales diferentes y 18 de los 74 de los pacientes internados se encuentran con asistencia respiratoria mecánica, informó el portal trasandino TN.

“La gente dice que esto pasa en Centroamérica o en otros lugares, pero (aquí) la verdad que nunca. Puede ser un ajuste de cuentas, pero es conjetural porque no tenemos antecedentes”, declaró Marcelo Lapargo, fiscal general de San Martín.

Durante la jornada de este miércoles, el Ministerio de Salud trasandino creó un comité de emergencia para monitorear la evolución de los casos. Además, se emitió un alerta epidemiológica a todos los hospitales de Buenos Aires.

La Fiscalía de San Martín puso en conocimiento de la población en general que “se ha determinado que circula una sustancia comercializada como cocaína de altísima toxicidad“.

“Se comunica dicha información a la población en general con el fin de que adopten comportamiento positivos con el fin de protegerse a si mismos y cuidar de su salud”, acotó el organismo.

Según fuentes judiciales, el departamento de Justicia está centrando su investigación en descubrir cuál es la causa de las intoxicaciones y las muertes.

Los sospechosos

Hace 45 días comenzó la investigación en un lugar que fue allanado por la policía y en el cual se encontró cocaína con un envoltorio similar al entregado por familiares de una de las víctimas.

Durante la tarde del miércoles, la fuerza pública realizó la detención de algunos sospechosos de vender dicha droga en el barrio Loma Hermosa. Sin embargo, vecinos del sector cortaron las calles y se enfrentaron a la policía ante este hecho.

Actualmente, laboratorios del Poder Judicial están analizando la cocaína encontrada en el lugar que fue allanado el día de ayer.

“Como mínimo arrancamos con un 30% de adulterante“, informó a los medios argentinos Carlos Damin, jefe de toxicología del Hospital Fernández, de Buenos Aires y agregó que nunca había visto algo así.