Fue el pasado viernes cuando Catalina Torres, de tan solo 21 años, perdió la vida tras ser atacada por un tigre en el Parque Safari de Rancagua.

El hecho causó gran conmoción y está siendo investigado por la fiscalía regional, pues versiones sobre lo sucedido apuntan a una posible negligencia por parte del zoológico.

En los últimos días han salido a la luz varios antecedentes de supuestas irregularidades dentro del Parque Safari. Y este miércoles, en CHV Noticias, fue revelado un dato muy importante.

Denuncia por antigua ataque

Fernanda González, extrabajadora de Parque Safari, acusó que en 2018 un león del zoológico la mordió y que este accidente no fue reportado a la mutual de seguridad, como lo establece la ley.

González, quien desempañaba las mismas labores que Catalina Torres, relató que el hecho ocurrió cuando estaba alimentando a los animales durante un tour, trabajo para el cual usaba un guante de látex.

En ese momento, indicó la joven, el león agarró el guante y su dedo anular derecho con sus espículas.

“Me mordía. No podía soltarlo. La gente se desesperó, yo trataba de mantener la calma”, recordó.

No fue hasta que el animal liberó su dedo que pudo retirarse del lugar, para luego ser llevada a la enfermería del recinto. Allí, Fernanda reveló que le preguntaron si quería ir a la mutual o a la clínica.

González confesó que en ese momento aún estaba en estado de shock. “Lo único que quería era que me vieran el dedo”, afirmó. En esta línea, la joven contó que terminó yendo a una clínica.

“Cuando llegamos, la persona que me llevó dijo que me había mordido un perro”, aseguró.

La joven señaló que nunca denunció el hecho porque tenía miedo de perder el trabajo, pues no contaba con un contrato fijo. Sin embargo, después de este traumático incidente, no volvió a Parque Safari.

Fernanda detalló que hoy decidió hablar por el caso de Catalina, indicando que su muerte podría haberse evitado.

Por último, la extrabajadora del zoológico acusó deficiencias en medidas de seguridad del recinto, como también en su infraestructura. “Se veía venir algún accidente, (pero) nunca pensamos que podía ser una muerte, menos la de una niña”, concluyó.