Han pasado más de cinco años desde que Lissette Villa (11) falleció por asfixia al interior del CREAD Galvarino luego de ser sometida a una contención física por parte de las educadoras Conne Fritz y Thiare Oyarce. Por este caso, el Ministerio Público formalizó ambas por el delito de apremios ilegítimos con resultado de muerte, juicio que comenzó hace una semana y que podría extenderse por más de diez meses, en el cual Fundación Para la Confianza también es querellante.

Este acontecimiento obligó a las autoridades a fiscalizar con mayor rigurosidad al Sename y motivó a otras entidades a investigar al respecto.

Es así como el Observatorio Para la Confianza publicó el informe Muertes bajo custodia donde se visibiliza que la cifra de fallecimientos llega a 1.836. Del total, 1.188 son decesos de menores de edad y 648 son de adultos/as que se encontraban en programas del área de protección y del área de justicia juvenil.

En el caso de los niños, niñas y adolescentes, el 66% de los fallecimientos afectó a hombres, y un 34% a mujeres. Respecto a la edad, el 55% corresponden a adolescentes de 14 a 17 años, 23% a niños y niñas de 0 a 5, y 22% tenían entre 6 y 13 años.

Por otra parte, el 73% murió mientras estaba en programas del área de protección y un 27% en programas del área de justicia juvenil. Sin embargo, 214 estaban en residencias administradas por Organismos Colaboradores, 44 en centros de administración directa del Sename, 37 en Familias de Acogida, y 38 en centros cerrados privados de libertad.

Al respecto, la coordinadora del Observatorio Para la Confianza, Sofía Aliaga, declaró que “los datos expuestos en el informe deben ser vistos con cuidado. Si bien muchos de los niños y niñas que murieron estaban en programas ambulatorios, es necesario que nos preguntemos como sociedad por qué la mayoría de las causas de muerte registradas son causas violentas. La desidia, la falta de cuidado, de prevención, la falta de acceso y de oportunidades podrían ser el contexto de estos lamentables acontecimientos, y en eso, el Estado tiene responsabilidad”.

Ayer en la última Cuenta Pública del presidente Sebastián Piñera, se dijo que el compromiso de poner a los “niños primeros en la fila” se había cumplido. Pero solo entre 2018 y septiembre de 2020, se habrían registrado 208 fallecimientos de menores de edad en Sename.

Además, desde febrero de 2018 Sename lleva un registro de las causas de muerte: el 50% son causas violentas (suicidio, ahorcamiento, heridas cortopunzantes, herida a bala, asfixia por incendio, quemaduras profundas, homicidio), el 10% es por causa “indeterminada” y el 41% por problemas relacionados con la salud.

Este informe es una más de las acciones que está realizando el Observatorio de la Fundación Para la Confianza y para su director, José Andrés Murillo, esto “es necesario trabajar como sociedad en la reconstrucción de esta historia. Sename inició su funcionamiento el año 1980, y solo hay datos disponibles de 2005 en adelante. Es necesario que el Estado reconozca como víctimas a los niños, niñas y adolescentes que sufrieron vulneraciones mientras estaban bajo su custodia, y que se establezcan mecanismos de reparación para las víctimas actuales y pasadas, tal como lo sugirió el Comité de los Derechos del Niño el año 2018”, puntualizó.