Fue hace unas semanas cuando se viralizó un video donde se mostraba a un TENS y a una alumna interna de Enfermería, cruzando un río a pies descalzos en Purranque, para transportar las vacunas contra el COVID-19 a los lugares más remotos de la zona.

“El río es muy rocoso, y el agua es demasiado helada. Yo creo que estamos 2 grados bajo cero. Tiene harta corriente”, se le escucha decir a la profesional que lleva un nevera con las dosis.

A pesar del esfuerzo, los funcionarios de la salud han debido enfrentarse a la negativa respuesta de una comunidad mapuche huilliche, ubicada en el sector de Manquemapu. Así quedó evidenciado en un reportaje exhibido por Meganoticias.

“Hay que subir cerros, cruzar ríos para poder llegar a la gente, y eso en general la población no lo conoce”, destacó Soledad Martino, directora del Cesfam Purranque.

Más de tres horas de viaje

Luego de tres horas de viaje en vehículo, los profesionales deben detenerse para seguir el trayecto a pie. Para eso, deben utilizar un rama como bastón y cruzar descalzos el cauce del río.

“Es necesario llevar un palito, porque o si no te puedes resbalar con las piedras“, explicó Jeanette Vera, coordinadora del equipo rural de Purranque.

Captura Mega
Captura Mega

Finalmente al llegar a su destino, solo un integrante de la familia accedió a vacunarse contra el COVID-19. Razones culturales, religiosos o falta de información, han vuelto más complicado el proceso de inoculación.

“Tenía miedo. Pero ahora sí (me vacunaré). Es que de repente uno escucha tanta noticia, cree una, cree otra, y al final…”, explicó el único adulto mayor que se vacunó.

Nos demoramos cerca de 3 horas y media en llegar, para solamente vacunarlo a él“, agregó Ivonne Monsalve, una de las enfermeras del equipo.

Más tarde, los profesionales de la salud cruzaron nuevamente el río para visitar otras localidades, donde la adhesión también fue bastante baja.

“Yo he escuchado que ahí le colocan el virus” y “Le tengo respeto, dicen que da de nuevo el virus”, fueron algunas de las excusas para no acceder a la dosis.

“Encontrarnos con que la gente no se quiere vacunar, es frustrante”, concluyó Martino.