Este viernes la Policía de Investigaciones encontró el cuerpo de un menor de edad a dos kilómetros de la zona donde se perdió Tomás Bravo, de tres años, en la comuna de Arauco.

Minutos más tarde, se confirmó que el cuerpo presentaba las mismas características del niño desaparecido. Fue el fiscal jefe de Arauco, José Ortiz, quien confirmó que el cuerpo correspondía a Tomás Bravo, aunque indicó que aún faltan pericias por realizar.

Según se detalló, un equipo de la Brigada de Homicidios de la PDI se encontraba realizando un patrullaje de rastreo, cuando se encontraron con un fundo que estaba a 50 metros de la ruta P-40, que fue el camino donde Tomás se había perdido.

Como este colindaba con el río, los funcionaros decidieron buscar pistas sobre el paradero de Tomás. Fue ahí que se encontró el cuerpo de este menor de edad en la zanja del río Raqui.

A los minutos, el mismo fiscal ordenó la detención del tío abuelo del niño, Jorge Eduardo Escobar Escobar, con quien salió a caminar el niño la última vez que se le vio con vida.

En un principio habría un homicidio simple, pero hay que esperar qué determina los peritajes para establecer una calificación jurídica“, explicó, agregando que por las características en las que se halló el cuerpo, “claramente hay intervención de terceros“.

La detención del sujeto causó sorpresa en la opinión pública, considerando que desde un comienzo el hombre se mostró calmo y muy colaborativo en las tareas de búsqueda de su sobrino nieto.

En sus primeras declaraciones a la prensa, el hombre aseguró que: “Fuimos a buscar a las vacas, las encontramos, recorrimos un poco el sector los dos, y después llegamos a una parte donde quedó él y yo bajé a buscar las vacas y lo dejé solito a él a ahí y al momento de volver no lo encontré“.

Cuando yo salí a buscarlo, no estaba, yo grité y no me habló, no dijo nada, no contestó”, se lamentaba Escobar.

Y eso no fue todo, pues también dio a conocer lo que para él era una hipótesis respecto al paradero del niño, indicando que el niño pudo haber caminado a la carretera, ya que “no está tan lejos” de donde lo dejó, y que alguien pudo haberlo “tomado”.

“Tiene que aparecer, tiene que estar por ahí (…) él conoce el camino”, afirmó en esa ocasión notoriamente afectado.

Visita a tarotista e inconsistencias en el relato

Con el pasar de los días, trascendió que luego de la supuesta desaparición fortuita del menor de edad, el tío abuelo visitó a una tarotista en Lebu, sin embargo, la información que proporcionó el hombre a la PDI versus los dichos de la mujer, mostraron una inconsistencia que no pasó por alto.

Él llegó como cinco para las doce de la noche. Llegó a tocar mi puerta un poco afligido. Venía con dos personas más, un hombre y una mujer“, indicó la mujer a Meganoticias, añadiendo que ella no conocía al hombre previamente y que la mujer que lo acompañaba no era ni la madre ni la abuela de Tomás.

Yo lo atendí, lo hice pasar y lo atendí a él solamente, las otras dos personas quedaron en mi comedor. Él me dijo que andaba en busca de un bebé que se le había perdido“, relató la mujer.

Recordemos que el tío abuelo de Tomás declaró que el niño se perdió cerca de las 19.30 horas, por lo que que el relato de la tarotista sembró dudas respecto a qué pasó en ese transcurso de poco más de cuatro horas desde que se extravió Tomás.

Asimismo, la tarotista hizo hincapié en que el hombre le habría dicho que Tomás “anda arropadito, anda muy arropadito”, algo que no concuerda con los datos que se habían entregado hasta el momento, que señalaban que Tomás vestía ropa ligera antes de desaparecer: un polerón naranjo, pantalón azul y zapatillas celestes.

Tío abuelo recreó trayecto que hizo con el niño junto a la PDI

Otra de las A primera hora del sábado 20 -cuarta jornada de búsqueda del pequeño- el tío abuelo realizó una diligencia con el equipo de búsqueda en el sector.

En concreto, el hombre, acompañado de los profesionales, realizó el mismo recorrido que hizo con Tomás aquel día que se perdió, es decir, desde la casa hasta un punto del cerro que se encuentra en el sector.

La distancia entre la casa y la zona específica del cerro es de aproximadamente 300 metros. Aun así, las labores de búsqueda contemplaron un radio de 4.5 kilómetros.