Durante la jornada de este lunes es formalizado el sargento segundo J.G.I. de Carabineros, por su participación en el procedimiento donde el joven Francisco Martínez Romero, perdió la vida tras ser baleado por el funcionario.

Este último, emitió su versión en el parte policial luego de que fuese detenido tras el incidente, el que permanece en manos de la Fiscalía de Los Ríos, la cual está a cargo de la investigación.

En su declaración según informó La Tercera, el funcionario aseguró que procedió a disparar al cuerpo de la víctima cuando, supuestamente, le pegó en la cabeza con uno de los machetes que portaba, añadiendo incluso que lo ocurrido fue un actuar ante una amenaza a su integridad física.

En el relato sostiene que en el marco del Plan Verano, cerca de las 15:30 horas procedió “a realizar un control de identidad preventivo a un hombre que portaba unos cuchillos tipo machete, el cual al solicitarle la cédula de identidad, éste se negó ya que no mantenía documentos”, por lo que el sargento le señaló “que debía ser conducido a la unidad para corroborar su identidad, causando la ofuscación de este sujeto”.

De hecho, según sostuvieron los carabineros que acompañaban al sargento, Martínez lo habría amenazado de muerte- “Me dijo ‘te voy a matar paco cul…’”, para luego “levantar ambas manos con los machetes con intenciones de agredirlo”.

Posteriormente le ordenaron que dejara a un lado los implementos, negándose rotundamente y comenzando a atacar al funcionario por lo que el sargento decidió desenfundar su arma de servicio “apuntándolo y disparando hacia el suelo, efectuando dos disparos más hacia el mismo lugar a modo de advertencia y para que el individuo deponga su actitud agresiva”.

Habrían intentado ayudarlo

A su vez, en el parte policial se señala que el policía “percuta tres disparos más, toda vez que estaba en riesgo su vida, cayendo el agresor al suelo”, explicaron los funcionarios, mismo que indicaron que trataron de prestar auxilio a la víctima, pero que tuvieron que “abandonar el lugar, debido a la gran cantidad de personas que realizaban el lanzamiento de objetos contundentes hacia los funcionarios”.