La Universidad de Chile fue demandada por la suma de $ 8.429 millones por daño moral y emergente, luego que el pasado 29 de agosto de 2019 una joven de 13 años cayera de una estructura de aproximadamente 5 metros en un taller extraprogramático que impartía el Liceo Manuel de Salas, el cual depende “orgánicamente” de esa casa de estudios.

Según detalló La Tercera, la profesora a cargo fue condenada en un juicio abreviado a 41 días de prisión por cuasidelito de lesiones graves gravísimas, declarándola culpable de dejar parapléjica a la víctima, al indicar a la menor que se lanzara sin poner una colchoneta como protección.

De acuerdo a los detalles de la demanda presentada por el abogado Alejandro Laura, el 28 de septiembre de 2017 la adolescente de iniciales A.V. -que ahora tiene 16 años-, le dijo a su entonces docente del taller del circo, Tamara Ortiz, que quería realizar un truco que vio en YouTube.

En dicho texto se afirma que Ortiz le dijo a la niña que no conocía esa maniobra, pero que la hiciera de todas formas.

Luego de esa aclaración, la menor se subió a la tela y al poner dos nudos de seguridad, finalmente falló. Al volver a subir, se sintió insegura, es por esto que se le preguntó a la profesora si era necesario hacer dos nudos de seguridad, a lo que ella mencionó que hiciera solo uno.

Estando en aquella situación, la estudiante pidió una colchoneta, la que se le fue negada. “Sus compañeras (…) le insistieron con la pregunta a la profesora, en el sentido de si ponían el colchonetón para A., pero la profesora reiteró la misma respuesta negativa, ya que le iba a faltar espacio para la caída (…) Desde arriba, le dijo a la profesora que no sabía qué hacer, a lo que ésta última le respondió: ‘yo tampoco`, se río y le dijo `tírate`”, detalla el escrito.

Los padres de la víctima relataron en la misma demanda lo vivido por su hija. “Empezó a bajar de la tela, se cayó de cabeza desde una altura aproximada de cinco a cuatro metros, haciéndolo sobre una colchoneta de 5 centímetros de grosor, la que, como era previsible, no pudo amortiguar el impacto, golpeándose contra el suelo en la región cérvico dorsal, produciéndose una fractura o rotura de su columna vertebral en el mismo instante y a consecuencia de la caída”.

Este accidente le trajo irreversibles consecuencias a la víctima, aclara la demanda. “Con secuelas graves-gravísimas, persistiendo su estado de paraplejia grado Asia A (…) sin que sienta el cuerpo desde el ombligo hacia abajo (…) siendo, con el actual avance de la medicina, imposible que vuelva a caminar por sus propios medios ni a sentir desde el nivel de su lesión T86 hacia abajo”.

Debido a lo anteriormente señalado, se demandó a la Universidad de Chile por su responsabilidad, argumentando que no se usó el cuidado debido en una actividad riesgosa y no se supervisó la forma en cómo la profesora impartía el taller de circo.

Esta demanda ya fue notificada a la casa de estudios, la que interpuso ‘excepciones dilatorias’, declarando que “la Universidad estará siempre disposición de la familia y atenderá lo que resuelvan los tribunales de justicia y colaborará con el juicio que está en pleno desarrollo”.