Al menos ocho querellas pesan sobre funcionarios de Coanil, quienes habrían agredido de manera física y psicológica a niños, niñas y jóvenes con problemas de discapacidad intelectual. Los hechos ocurrieron en dos residencias ubicadas en Colina.
Los Ceibos y Los Avellanitos son centros de la Corporación de Ayuda al Niño Limitado. Hasta hace unos meses funcionaban juntos, y hoy en día enfrentan acciones judiciales para establecer la responsabilidad institucional en las graves acusaciones que fueron reveladas en un reportaje de Chilevisión.
Mauricio Barraza es uno de los padres denunciantes. Hace poco más de dos años, comenzó la lucha por sacar a su hijo de Coanil. Tiene la tuición legal sobre él, pero al no poseer estabilidad económica, y considerando las necesidades especiales del menor, decidió pedir ayuda e internarlo voluntariamente de lunes a viernes.
Ahora, considerando la situación, espera que se vuelvan a abrir los colegios para retirar a su hijo y tratar de brindarle una vida ‘normal’. “Mi hijo quiere salir de ahí. Cuando estoy con él, está súper bien y es un niño feliz, pero llega allá, y es una tormenta para él”, señaló, recalcando lo mal que se siente cada vez que debe visitarlo en la residencia.
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El tribunal todavía no lo autoriza para tener al menor de manera definitiva, pues antes debe someterse a una evaluación psicológica. A pesar de eso, Mauricio le tiene preparado un espacio de descanso y entretención para el tiempo que pasan juntos.
Abusos y maltratos
En el reportaje también habló René Espinoza, un hombre viudo hace seis años y responsable de otro de los menores maltratados. Si bien no estuvo nunca de acuerdo con enviar a su hijo a Coanil, especialistas le recomendaron que lo hiciera debido a la agresividad que presentaba.
“Lo llevaron el 2 de mayo y a los tres días, el 5 de mayo, le quebraron los dientes. Yo lo iba a buscar los viernes y empezó después todas las semanas: que una rotura de cabeza, una quemadura. Usted preguntaba y nadie le decía en concreto qué es lo que había pasado”, reveló.
“Certificado por la doctora (que lo revisó), dijo que a mi hijo le apagaron cigarros en la espalda”, agregó.
Solo después de seis meses, este padre pudo retirar al niño del centro, pero las secuelas de la violencia eran evidentes. “Él ya no come con sus manos, no habla, no camina. Lo tenían en silla de ruedas… Me da mucha impotencia, porque es mi hijo”, agregó entre lágrimas.
Extrabajadoras y testigos
Otras fuentes declararon haber sido testigos de los malos tratos y abusos al interior de las residencias. Una extrabajadora que estaba a cargo de la cocina y el aseo dijo haber reclamado alguna vez porque a los menores no les daban su medicación correspondiente.
A eso se sumó una oportunidad en la que su supervisora la presionó para preparar una sopa que ya estaba vencida, a pesar de que había pequeños que necesitaban dieta especial.
“Se enfermaron dos niños de la guata, que eran delicados. Era mi jefa, y si yo alegaba, me echaban, y yo necesitaba la pega en ese momento. Me daba rabia de mí misma porque no podía hacer nada”, explicó la mujer.
“A mí lo que me dolía es que tenía que bañar a los niños con agua helada, en pleno invierno. Son niños indefensos que no pueden defenderse ni decir algo, porque ellos no hablan”, agregó otra exfuncionaria.
¿Qué dicen desde Coanil?
La directora del centro de Colina donde operaban ambas residencias afirmó ante el ministerio público que se había dado cuenta de las violentas situaciones detectadas, pero no habló ante las cámaras de Chilevisión.
Sí lo hizo el director de comunicaciones de Coanil, Eduardo Galleguillos: “Se informó a las autoridades competentes en Sename y se presentaron acciones judiciales en contra de quienes resulten responsables. Confiamos en la acción de la justicia para aclarar estas denuncias y condenamos cualquier tipo de maltrato”, aseguró.
Sin embargo, es el propio Ministerio de Justicia el que se está haciendo cargo del caso. A través de un programa especial llamado ‘Mi abogado’, presentó 8 querellas para que el Ministerio Público investigue y determine responsabilidades tanto penales como individuales en estos graves hechos.
