Rabia, incomprensión y sensación de injusticia, fueron los móviles de un grupo de personas que este jueves agredieron al integrante del grupo de ultraderecha La Vanguardia, Roberto Belmar, luego que saliera del Centro de Justicia de Santiago.

La razón tiene que ver con un condenable hecho que protagonizó, luego que el miércoles, durante una manifestación en el centro de Santiago, Belmar comenzar a disparar balines de goma a quienes se expresaban por la libertad de los presos de la revuelta social del 18 de octubre de 2019.

El atacante y un acompañante que portaba gas pimient, fueron detenidos por carabineros, y les encautaron el arma.

Según el capitán Marco Reyes Lagos, comisario Subrogante 1° Comisaría de Santiago, el arma “se trataba de una pistola de aire comprimido que disparaba balines de goma de 8 milímetros”.

Y este jueves, tras ser formalizado por desórdenes públicos y amenazas y en un hecho casi incomprensible, Belmar quedó en libertad solo con las medidas cautelares de arraigo naconal y firma mensual.

Por lo anterior, cuando el hombre salió del Centro de Justicia, cerca de diez personas se acercaron para agredirlo físicamente e insultarlo por sus discursos de odio y utilizar armas en una manifestación.

El sujeto fue empujado al suelo donde recibió patadas en distintas partes de su cuerpo, agresiones que solo se detuvieron cuando llegó un grupo de carabineros al lugar.

Tras ser socorrido por la policía, y con la misma actitud desafiante que lo caracteriza, Belmar gritó: “Voy a seguir peleando por Chile. No me importa nada”.

Recordemos que este sujeto es amigo del también extremista, Sebastián Izquierdo, líder de Capitalismo Revolucionario y miembro de La Vanguardia, quien también ha enunciado distintos discursos de odio hacia minorías sexuales, mujeres, inmigrantes y a la clase política.

En mayo el año pasado, Izquierdo fue formalizado por lesiones contra nueve personas durante marchas realizadas en febrero y marzo por el “rechazo” a la nueva Constitución.

Belmar, también protagonizó un video en el que reconoce su amistad con el mexicano Carlos Humberto Méndez González; acusado por el femicidio de su expareja María Isabel Pavez, a quien mató y escondió en su casa para luego darse a la fuga.

En el clip que se viralizó hace algunas semanas, el hombre asegura que si de él dependiera ayudaría a Méndez (hoy detenido) y que no le importaba que haya matado a una mujer, pues se lo merecía.