Fue la madrugada del 25 de mayo de 2019, cuando Mirsa Ojeda fue víctima de un brutal ataque en su domicilio en Puerto Montt.

Su vecino José Zúñiga, la atacó con un hacha, le cercenó dos dedos y le dejó otras heridas de gravedad. Recientemente el sujeto fue condenado a siete años de cárcel. Sin embargo, no es pena suficiente para la víctima.

“Él me cortó el cráneo, yo tengo el hacha marcada en la cabeza. Son muchos daños los que me hizo. Yo no sé qué está esperando la Justica para darle una pena ejemplar a una persona enferma. Alguien normal no haría algo así”, reflexionó Ojeda en conversación con el matinal Contigo en la Mañana de Chilevisión.

Asimismo, denunció que la situación es muy injusta. “Como víctima no me siento segura. Él tiene muchos más beneficios que yo“, acusó sobre Zúñiga.

“Yo lo que menos tengo es seguridad. Vivo con miedo. Pienso que cuando salga de la cárcel, porque quizás salga antes, venga a terminar lo que comenzó“, expresó la víctima.

En este contexto, reveló que durante el periodo de prisión preventiva, recibió una serie de amenazas. “Decían que iban a dejar a mis hijos guachos, que me iban a matar. Entonces yo no puedo vivir en paz. No sé qué va a pasar el día que salga de la cárcel“, expresó.

Captura CHV
Captura CHV

Inconforme con la sentencia

Como se mencionaba anteriormente, Zúñiga fue condenado a 7 años de cárcel. Si bien Ojeda no está conforme con la resolución, la única alternativa sería anular el juicio, algo que no está dispuesta a hacer.

“Sería empezar todo de nuevo. Nos demoramos un año y medio para el juicio. No es fácil relatar todo lo que viví, detalle por detalle. Si es difícil para mí, es mucho peor para mi hijo, que todavía es un niño. Como madre no lo puedo hacer pasar por eso otra vez“, añadió.

No me queda más que conformarme con la sentencia que le dieron (…) ¿Querían que me matara para que se hiciera Justicia?”, cuestionó Ojeda.

Considerando lo anterior, la mujer reconoció que se siente muy frustrada con la resolución. “Esto me tiene súper mal psicológicamente, no poder salir adelante, ser la persona que era antes: feliz, tranquila”, agregó.

“Ahora no tengo a nadie al lado. Yo no voy a recuperar los dedos, los daños físicos y psicológicos que él me hizo son irreparables“, concluyó.