Un “mini-tsunami” y daños materiales se registraron en la isla griega de Samos en el mar Egeo tras un fuerte sismo de magnitud 6,7, según la televisión pública griega Ert.

El sismo tuvo lugar frente a las costas de esta isla y cerca de la ciudad turca de Esmirna, que también resultó seriamente afectada por el movimiento telúrico, que provocó derrumbamiento de muros de casas e inundaciones en el puerto de Samos, según imágenes difundidas por Ert.

“Fue el caos, nunca hemos vivido eso… Hasta ahora no tenemos víctimas. Algunos edificios han sido dañados, una iglesia en particular”, situada en el puerto de Karlovassi, declaró a Ert Giorgos el vicealcalde de Samos, Dionysiou.

Sentido fuertemente en Samos aunque también en la isla de Creta y en Atenas, el sismo, de duración prolongada, “se registró a las 11H51 GMT y su epicentro se ubicó a 19 km de Samos y a 2 km de profundidad”, según un comunicado del observatorio griego de sismología.

En un primer momento, el observatorio evaluó la magnitud del sismo en 6,6, pero luego la revisó a 6,7.

La Protection Civil griega advirtió a la población de Samos de permanecer “al aire libre y lejos de los edificios”, así como “alejarse de las costas” de la isla.

Grecia se encuentra sobre importantes fallas geológicas y los terremotos son frecuentes, sobre todo en el mar, en la mayoría de los casos sin causar víctimas.