El pasado 25 de septiembre, Abel Benítez fue a comprar medicamentos a una sucursal de la cadena Salcobrand en Las Condes. Asistió con receta en mano que le dio el otorrino para adquirir los remedios que necesitaba su hijo, quien padece alergia.

El hombre buscaba Rinoval (spray nasal) y Bilidren de 20 mg, el que debía tomar una vez al día, no obstante recibió algo completamente distinto: una caja de Brintellix, también de 20 mg, que sirve para tratar cuadros depresivos y ansiedad.

Como era de esperarse, el menor de edad resultó intoxicado, presentando mucha picazón, fiebre, boca adormecida e inapetencia. Este error de la farmacia, generó la indignación de la madre del niño, Carolina Morales.

“Esto no fue un error humano, fue un error grave. Esto pudo haber tenido consecuencias gravísimas“, dijo la mujer a T13.

Cuando veo que era un antidepresivo, casi me da un ataque. Tuve la suerte de comunicarme con un psiquiatra, y él me dijo que podría ser que tenga vómito, diarrea, que pierda el equilibrio”, agregó.

Reconocieron error

Desde la farmacia reconocieron el error y pidieron disculpas a los afectados, pero declinaron profundizar con el citado medio sobre el error con la receta, la cual quedó retenida. Sin embargo, las disculpas no fueron suficientes para Abel y Carolina.

“Tú vas con una receta de un especialista, se la entregas a una persona que se supone sabe de medicamentos. Yo ahora, porque tuve la experiencia, me voy a volver a fijar cuando me entreguen un medicamento“, comentó Carolina.

Respecto a una posible confusión en los nombres de los medicamentos, la madre añadió que “tampoco es que sean casi iguales. Y aunque fuera así, me imagino que un antidepresivo no está al lado de un antihistamiínico. Podrían haber matado a mi hijo, y eso no es un error humano“, sentenció.