Rusia declaró este martes ser el primer país en aprobar una vacuna contra el COVID-19. De hecho, su presidente, Vladimir Putin afirmó que una de sus hijas había sido inoculada.
Se trata de Sputnik V -nombre en honor al primer satélite lanzado al espacio, con el agregado de la “v” por vacuna-, que, según funcionarios rusos, proporciona inmunidad segura, al tiempo que denunciaron intentos occidentales para socavar la investigación de Moscú.
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Es que científicos occidentales han manifestado preocupación sobre la velocidad del desarrollo de la vacuna y que los investigadores estén bajo presión.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaron que para una aprobación, por su parte, de una vacuna ‘candidata’ contra la pandemia requiere de una revisión rigurosa de los datos de seguridad.
“Estamos en contacto estrecho con los rusos y las discusiones continúan. La precalificación de toda vacuna pasa por procedimientos rigurosos“, puntualizó Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS, durante una videoconferencia de prensa en Ginebra.
Putin había dicho en una videoconferencia televisada, junto a ministros del gobierno: “Esta mañana, por primera vez en el mundo, ha sido registrada una vacuna contra el nuevo coronavirus”.
“Sé que es una vacuna bastante eficaz, y que proporciona una inmunidad duradera“, añadió el Mandatario, señalando que una de sus hijas probó la vacuna desarrollada por el Instituto de Investigación Gamaleya, en coordinación con el ministerio de Defensa y otros organismos gubernamentales.
“En este sentido, fue parte del experimento”, destacó Putin, agregando que tras una segunda inoculación tuvo una leve fiebre y “eso fue todo”.
Kirill Dmitriyev, jefe del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), que financia y ayuda en aspectos logísticos, dijo que el miércoles comenzarán las pruebas de Fase III en un grupo importante de personas.
En tanto, se espera comenzar la producción industrial en septiembre. Según indicó Dmitriyev, “más de 1.000 millones de dosis” fueron encargadas por 20 países, entre interesados enumeró a Brasil, India y Arabia Saudita.
De acuerdo con el ministerio de Salud ruso, esta vacuna del tipo de doble inoculación “permitirá una inmunidad larga” que podría ser de “dos años”.
La Sputnik V
La vacuna desarrollada en Rusia es la denominada “de vector viral”, lo que significa que se emplea otro virus para transportar el ADN para lograr la respuesta inmune necesaria.
Rusia ha presionado mucho para desarrollar rápidamente una vacuna contra COVID-19. A principios de este mes señaló que aspiraba a lanzar la producción masiva en unas semanas, con “varios millones” de dosis mensuales para el próximo año.
La semana pasada, la OMS llamó a Rusia a respetar las pautas establecidas y pasar “por todas las etapas” necesarias para desarrollar una vacuna segura. Es que a los expertos les preocupa que no haya suficiente información sobre la investigación rusa.
Danny Altmann, profesor de Inmunología en el Imperial College de Londres, señaló que “el daño colateral de cualquier vacuna que no sea segura y eficaz podría ampliar nuestros problemas actuales de manera irreparable”.
