El 7 de enero de 1993 será el día que nunca olvidará Patricia Galleguillos. Una mujer que tuvo a su hijo en el Hospital Regional de Coyhaique, mismo día que la dejó con una duda hasta 2017.

Todo inicia cuando esta mujer dio a luz en el centro asistencial. Todo bien hasta ahí, a excepción que ella recibió a su hijo biológico al momento del parto, pero cuando despertó tenía a su lado a una niña, lo que la inquietó y la descontroló.

Dicha situación llevó a que le entregaran a Felipe, señalándole que ese sí era su hijo, y para tranquilizarla desde el hospital le comentaron que ese día solo había nacido un varón, por lo que no debía preocuparse, y esta se llevó a su retoño a su hogar, pero nunca olvidando lo ocurrido.

No obstante, en 2017 su hijo de ya 24 años decidió realizarse dos test de ADN, momento en el que descubrió que Patricia no era su madre biológica sino que era hijo de una mujer llamada Rina Mansilla, madre de Sebastián Mansilla Mansilla, el verdadero hijo de Galleguillos, dando paso así a un caso de guagas intercambiadas.

Ambas familias afectadas decidieron presentar ese año una demanda civil por daño moral, siendo este lunes dictada la sentencia por la jueza a cargo del caso, Dalia Illezca. “Las circunstancias descritas, como resulta evidente, han producido en los actores un daño pagado. moral indudable, (…) que tiene su fundamento en el sufrimiento y dolor que han debido soportar como consecuencia del deficiente e irregular servicio prestado por los demandados”, sostiene el fallo.

“El hecho que ha dañado y que ha conmocionado sus vidas actuales, con el dolor y aflicción que ello conlleva, alterando su vida familiar, sus afectos, planes y condiciones de vida”, agrega.

Sumado a dichas palabras, la jueza del juzgado de Letras ordenó una indemnización de 200 millones de pesos para cada uno de los hijos afectados. Sumado a que ambas madres y un padre recibirán 180 millones y los hermanos de Felipe y de Sebastián (3) serán indemnizados con 70 millones cada uno.

El reencuentro

Cuando las familias se percataron de esta negligencia por parte del centro médico, decidieron reunirse, sumado a que los jóvenes también quisieron conocer a sus padres biológicos.

“Lo siguen haciendo, pero ha sido difícil. Así lo explica el abogado de los afectados, Marcos Gallegos. “Lo que a ellos les interesa es tratar de recuperar de alguna forma la normalidad, porque ahora están pasando por una situación bastante compleja de adaptarse entre ellos y debo decirle que no les ha sido nada de fácil, ha sido muy complicado”, comentó a LUN el abogado Marcos Gallegos.

Al mismo tiempo, este aseguró que “están intentando llevarse de una manera relativamente normal. No ha sido fácil, ha sido bien complejo. Les cuesta mucho adaptarse. De hecho, no se han podido adaptar, pero están haciendo grandes esfuerzos”.

“Ellos han tenido que luchar con un juicio y, además, que es lo que más les importa a ellos, cómo lograr rehacer sus vidas. Le puedo dar fe de que hasta el día de hoy todavía no rehacen sus vidas. Se esfuerzan harto, ponen harto de su parte, pero el panorama es tan complejo, porque se desconocen unos a otros, no se conocen. Eso provoca más distanciamientos. Pero se esfuerzan día a día y hacen un gran esfuerzo para acostumbrarse a esta nueva realidad. Tratan de sociabilizar entre ellos, pero hay días buenos y días malos, como en todas las familias. El problema es que esta familia se creó de un día para otro”, cerró.