La muerte de un ser querido siempre es un duro golpe para las personas, pero claro que para unos es más fuerte este momento que para otros. Pues eso fue lo que le pasó a una mujer de 32 años que hace poco había sufrido con la muerte de su madre.

Laura Richards perdió a su madre, Julie Murphy, debido a que padecía coronavirus. Fue en medio del funeral de esta mujer, que la inglesa comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho. Si bien se pudo pensar que se trataba de la pena, en realidad era un infarto.

Según contó Sadie, la hermana de Laura, al portal británico The Sun, la afectada venía sufriendo de dolores en su tórax, desde que se había enterado de la muerte de su madre. Como todos pensaron que era debido a la pérdida, no le tomaron mayor importancia.

Lo que nadie se esperó es que en medio del funeral se desvaneciera: “No puedo respirar, no puedo respirar”, decía mientras todos sus cercanos trataban de socorrerla. “Fue horrible”, recordó Laura.

Si bien todos los presentes trataron de salvarla, en el hospital falleció: “Perder a tu hermana en el funeral de tu madre, es como una película de terror. Tenía solo 32 años. No puedo entender qué sucedió justo cuando bajaban el ataúd de mamá”.

Tras el deceso, la familia de Sadie decidió enterrarla junto a su madre. Lamentablemente, y con las reglas que se consideran por el COVID-19 en Reino Unido, solo cinco personas pudieron estar presentes en el funeral.