Un grupo denominado “Afinidades Armadas en Revuelta” afirmó haber instalado los dos artefactos explosivos que este jueves detonaron en el edificio Tánica ubicado en Santa María de Manquehue, comuna de Vitacura.

Mediante un comunicado publicado en la página web Contrainfo, el movimiento declaró que la intención era dañar a personal de Carabineros.

Para ello, aseguraron que se alertó una hora y media antes de las detonaciones tanto al café Kant que funciona en el edificio (y cuyo trabajador que contestó el llamado pensó que era una broma), a Carabineros y también a radio Cooperativa. La idea, dijeron, era que se evacuara el recinto y llegara personal del GOPE.

“Ambos dispositivos fueron programados con media hora de diferencia para que el primero remeciera la normalidad del barrio burgués y el segundo, de bastante potencia, para que explotara en momentos en que los cobardes violadores del GOPE se hicieran presentes en en el lugar, esperando que, por lo menos a uno de ellos, le reventara lo más cerca posible”, afirmaron.

El motivo

En el comunicado aseguran que el ataque se basa en el estallido social del 18 de octubre. “Ya nada es como antes, ya nada volverá a ser como antes. Las ansias por destruir este mundo tal y como lo conocemos, ha llegado para quedarse. Los barrios de los ricos y poderosos, de los sostenedores y privilegiados de este orden, también han sido blanco de la potencia de esta revuelta que en sus múltiples practicas incendiarias ha sabido reconocer a sus enemigos”, indicaron.

Junto con ello, señalaron que “copamientos en centros comerciales de la burguesía adinerada, barricadas en los barrios acomodados, de las grandes ciudades, incendios en tiendas y automotoras de lujo son solo algunos de los ejemplos de cómo la irrupción violenta, más que llegar y golpear las puertas de los poderosos, las ha destrozado”.

“Esta acción pretende intensificar esa irrupción. Es la continuidad de esa avalancha de odio y venganza que azotó a los poderosos las primeras semanas de la revuelta y que busca sin tapujos instalar el temor entre quienes viven a costa de la miseria de otros. La directa complicidad entre el gran empresariado y los organismos represivos es otro aspecto del poder que ha quedado en evidencia durante estos meses de revuelta, donde los primeros han financiado y apoyado con infraestructura que no ha llegado a frenar a los revoltosos, como por ejemplo los muros de hormigón instalados en la Alameda para resguardar el monumento y a iglesia de la tropa de violadores uniformados”, se agregó.

Además, indicaron que los artefactos fueron instalados en el edificio ya que “se encuentra a metros del pasquín burgués El Mercurio, como también que la familia Schiess Schmitz, dueños de la inmobiliaria Transoceánica, es uno de los grupos económicos más importantes y influyentes de este país. Han levantado viviendas y proyectos de lujo en las comunas adineradas de Santiago, junto con otros centros recreativos destinados a la diversión de la elite”.

“La revuelta sabotea permanentemente la normalidad, la hace añicos, rompiendo cadenas que parecían eternas, demostrando la vulnerabilidad del Estado y del empresariado capitalista. Pero pensamos que podemos ir por más multiplicando los ataques armados y selectivos contra nuestros enemigos, contra el poder en todas sus formas, siendo parte de este vendaval masivo y generalizado mediante acciones de guerrilla urbana, preparándonos en la práctica para enfrentar la intensificación de la represión. Y es por medio del combate anárquico desde donde aportamos a la propagación de la revuelta (…) No soltemos la calle, destruyamos lo que nos oprime, reventemos los barrios de la burguesía”, finaliza el comunicado.

Los hechos

La situación se dio pasado el mediodía en el edificio Tánica.

Según información de Carabineros, el primer estallido se produjo a eso de las 12:05 en el área de los jardines, el que provocó un fuerte ruido y humo. Minutos más tarde, a eso de las 12:30, se produjo una segunda explosión que provenía de unos basureros ubicados en el jardín del costado oriente.

Se agregó que a las 10:40, el encargado de un café que funciona en el edificio recibió un llamado, donde mediante una grabación se le advirtió la presencia de una bomba en el edificio, pero el individuo pensó que era una broma.

Ambas explosiones no dejaron heridos y solo provocaron daños materiales. Según informó Fiscalía, hay grabaciones de un hombre que ocultó su identidad para dejar los artefactos, ambos de fabricación artesanal que contenían pólvora negra y que fueron hechos con una olla a presión y un extintor.