El documental de Netflix, Winter on fire, ha sido un ejemplo constante de comparación del estallido social que ocurre hoy en el país.
Lo anterior, ya que el registro trata sobre la revolución ucraniana ocurrida entre 2013 y 2014, luego de que el gobierno desistiera de firmar el acuerdo para asociarse a la Unión Europea.
A través de Facebook, los jóvenes de Kiev comenzaron a reunirse en la Plaza de la Independencia (Maidán Nezalezhnosti), para mostrar su descontento ante la respuesta de las autoridades de Ucrania.
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Esto, gatilló que durante 95 días personas de todas las edades se plegaran a la misiva, de hecho los manifestantes denominados “la primera línea”, instalaron un campamento militar en el centro de la ciudad para enfrentar a los berkut, la policía ucraniana, a la cual se le sumó meses después los titushki, correspondientes a mercenarios civiles.
En un inicio, el gobierno no quiso entablar un diálogo con la ciudadanía, realizando represión con bombas lacrimógenas, de ruido, entre otras medidas para controlar la revuelta, pero, al igual que en Chile, estas no tuvieron éxito.
Por ejemplo, en nuestro país pasaron días para que Carabineros comenzara a utilizar pistolas con balines de goma, dejando cientos de heridos, algo que luego de un mes ocurrió en el país europeo.
Asimismo, los manifestantes llegaron a tal nivel de organización, que fueron entrenados por exmilitares, quienes les entregaron los implementos y herramientas necesarias para enfrentarse sin temor a la policía ucraniana.
Incluso, en una de las partes más emotivas del documental, se ve cómo, mientras la primera línea batalla contra los berkut, entonan el himno nacional, y según propios relatos de quienes fueron parte de dichas manifestaciones: “Te hacía ser más fuerte cantar con el de al lado”.
Algo similar ocurrió en nuestro país, como cuando en toque de queda, diversos músicos entonaron canciones de Violeta Parra y Víctor Jara desde sus balcones, siendo coreadas por todos los vecinos en forma de protesta.
121 muertos en total según cifras del gobierno ucraniano, y 780 según médicos que apoyaron la revuelta, junto con más de 2 mil heridos, casi 200 desaparecidos y la renuncia del presidente Viktor Yanukovich, fueron el resultado de la manifestación que finalizó en febrero de 2014.
Si lo aterrizamos a territorio nacional, a más de 2 meses del inicio del estallido social según el informe de Human Right Watch se registran: 11.564 personas heridas y más de mil lesionadas.
Por otro lado, son más de 240 ciudadanos los que recibieron impactos de lacrimógenas y balines en sus ojos y rostro, perdiendo la visión o sus globos oculares, siendo los casos más icónicos: Gustavo Gatica y Fabiola Campillay.
Cabe señalar, que pese que en Ucrania aún se vive un tenso momento en el país europeo, la ciudadanía logró que se incorporara el país a la Unión Europea, situación que molestó al principal país aliado, Rusia, el cual es dirigido por Vladimir Putin.
Revisa un adelanto de la serie, a continuación:
