Roena Cheryl Mills, una mujer de 43 años oriunda de Virginia (EEUU), fue condenada a cadena perpetua luego que la justicia la declara culpable del asesinato de Bo White, el hijo de su pareja, James.

Los hechos ocurrieron en abril de 2018. Mills, quien trabajaba como stripper, mantenía relaciones sexuales con White —quien tenía 29 años y vivía con una discapacidad física— a cambio de drogas y dinero.

Según detalló el portal inglés Daily Mail, la última noche que Bo estuvo con vida Mills le escribió para acordar un encuentro, el que al final se transformó en una pesadilla.

Reportes de las autoridades indican que la mujer lo golpeó hasta dejarlo inconsciente y después lo decapitó con un cuchillo de cocina, para luego apuñalar su cuerpo en reiteradas ocasiones.

La investigación develó que Roena intentó deshacerse del cuerpo, pues un testigo afirmó que le pidió prestado una motosierra y gasolina, sin embargo, él no accedió.

Luego de este rechazo, Mills le robó dinero y unas pastillas a White, y posteriormente le escribió a una amigo: “Vámonos de fiesta”.

Por último, la defensa de la mujer apuntaba a que había sido James quien mató al joven, todo esto motivado por los celos, asegurando que era un pésimo padre y persona.