El pasado 21 de octubre un estudiante universitario fue detenido por Carabineros de la 51ª Comisaría de Pedro Aguirre Cerda, mientras prestaba sus servicios de primeros auxilios a personas que se encontraban al interior de un supermercado. Al parecer, el arresto del joven se habría tratado de una confusión ante los incidentes que se produjeron en el recinto.

Sin embargo, según informó el Instituto Nacional de Derechos Humanos, no solamente lo habrían golpeado, sino que además, lo habrían insultado por su condición homosexual, desnudado y abusado sexualmente.

Ante esta situación, el INDH presentó una querella por los delitos de tortura con abuso sexual, presuntamente cometido por los efectivos, la que también considera la agravante de discriminación por tratarse de una persona homosexual, contenida en la Ley Zamudio.

En conversación con Radio Bío Bío, el joven contó que todo comenzó a eso de las 02:00 horas cuando junto a una prima fueron a ver el estado del supermercado Santa Isabel – entre calle el Parque y Carlos Valdovinos -, el que ya había sido saqueado en dos oportunidades.

Al llegar al lugar, indicó que escuchó unos gritos de personas que pedían ayuda y que como él estudia medicina, se acercó para prestar auxilio. Sin embargo, al poco rato llegó Carabineros, y fue ahí cuando comenzó su pesadilla.

“Intenté esconderme, pero cuando me vi acorralado, me lanzo al piso con los brazos en alto, como símbolo de que no quería atacar, que no tenía ningún arma”, afirmó.

Si bien se encontraba indefenso, relató que uno de los carabineros lo paró y comenzó a golpearlo con la luma, además de quitarle el celular. Acto seguido, se sumó un segundo uniformado, provocándole golpes en la cabeza que le habrían provocado la pérdida de conocimiento.

“Recuerdo mi cuerpo dentro del furgón de Carabineros y cómo me golpeaban con su instrumento de servicio”, añadió el joven. Pero lo golpes no terminaron ahí, más bien se agudizaron al llegar a la comisaría, según su testimonio.

“Me ponen fuera de los baños, donde había un punto ciego de la cámara, y comienzan a propinarme golpizas múltiples durante 5 a 6 minutos”. En ese periodo los insultos se centraron en su homosexualidad, donde “me obligaron a gritar que era maricón”, contó.

“Entre dos me agarraron, me bajaron los pantalones y luego un carabinero introdujo la luma, su instrumento de servicio, a mi cavidad anal”, expresó.

A su vez, el joven dijo que en ese momento habían a lo menos tres funcionarios presenciando el ataque y ninguno hizo algo para impedirlo. Es más, al ser trasladado al calabozo, habrían permitido que un recluso lo siguiera agrediendo.

Más tarde lo habrían obligado a firmar un parte policial en blanco.

Amenaza de muerte

“Cuando me preguntan mi dirección y la revisan en el sistema, uno de los carabineros que estaba sin identificación dice que vivía cerca de ahí, me nombra calles aledañas y me dice que si me encuentra en la calle me va a matar”.

En el control de detención, precisó que lo agruparon con otras personas y fue formalizado por robo en lugar no habitado, con la agravante de pandilla, por su presunta participación en el saqueo al supermercado y la agresión a una carabinera.

Actualmente, afirma tener “múltiples hematomas, cortes y tuve una incontinencia”.

En su paso por la comisaría, donde estuvo de las 03:00 a las 12.30 del día siguiente, aseguró haber visto igual nivel de violencia con otros detenidos.

Por eso, espera que sus victimarios sean desvinculados de la institución ya que habrían abusado de su poder.